—Yo también he visto lo que puedes hacer.


Me meto el toquen de Eyna, el collar del pájaro, por dentro de mi camiseta de combate. Si muero en los próximos días, será con él puesto.

—Comandante Walsh —me saluda Gale.

Me río un poco. No me ha dejado en paz desde que se ha enterado. El aerodeslizador se sacude mientras volamos, y nos tambaleamos, quedando un poco más cerca. Hemos pasado mucho tiempo juntos para preparar esta misión. Mentiría si dijera que no he empezado a mirar durante más tiempo a Gale, casi sin quererlo. Sé que sus manos grandes y ásperas, sus ojos grises como las nubes de tormenta, su pelo castaño y su voz grave son tan solo distracciones. Y sé que debo dejar de fijarme en ellas, pero me cuesta. Me cuesta mucho.

Sus ojos miran a Katniss, sentada en una de las literas, y yo miro hacia abajo.

—¿Cómo te encuentras?

Me mira sorprendido, pillado de improvisto por mi pregunta.

—Bien. ¿Por qué lo dices?

Sacudo la cabeza y después señalo con ella en dirección al Sinsajo.

—No me refiero a eso, y lo sabes.

Algo cambia en su expresión, pero no consigo descifrar el qué.

—Es todo muy confuso. Con Peeta y todo... no sé qué pensar o hacer.

Asiento. Ya he asumido que Gale es tan solo mi distracción. Nada más.

—Deberías hablar con ella.

—Nunca saco nada en claro.

Estoy a punto de decir algo, pero entonces uno de los soldados llama mi nombre. Suspiro.

—El deber me llama.

Él asiente, y me revuelve el pelo antes de irse. Antes de irse a sentarse junto a Katniss Everdeen, la chica en llamas.

Un rato después, los veo besarse de nuevo. No miro mucho, pero sí lo suficiente para ver cómo él se levanta enfadado. No sé si con ella o consigo mismo. Se acerca al puesto de mando y yo me giro de nuevo a los planos. Sin distracciones, me digo. Pero no funciona.

Nunca funciona.


—Tripulación —digo por la radio del aerodeslizador—, treinta minutos para aterrizar. Preparaos.

Gale se desliza para estar de pie a mi lado. Abre el plano y señala.

—Esta es otra versión de la colocación de una mina en un recurso. —Asiento. — Esta está diseñada para que el humo ataque los ojos. Es una modificación de la trampa colibrí.

Sabe un montón, y eso es lo que le hace uno de mis hombres más valiosos. Todo esto no se encuentra en el código binario de un ordenador o de una bomba.

—¿Estás seguro?

—Sí. Se asusta a la gente para que huya en esta dirección —dice mientras dibuja en los gráficos— hacia lo que ellos creen que es un lugar seguro.

—Vale, ya veo. Una explosión en dos tiempos.

Me sonríe.

—Chica lista. Se le da a la gente suficiente tiempo para correr, ayudar a los heridos y...

—Luego una segunda bomba —dice Katniss a nuestras espaldas.

Nos giramos con sorpresa.

—Sí —dice Gale secamente.

A STORM LIKE HER ━ Gale HawthorneМесто, где живут истории. Откройте их для себя