Todos quieren a Tony

Harley quiere a Tony

El día de Harley iba de mal en peor.
El experimento de la mañana en la clase de química había salido fatal.
Llego retrasado al trabajo por 1 hora y media e iba a llegar tarde al trabajo de la noche en el bar.
Ya recien cumplidos 17 todavía tenía lo que el magnate Tony Stark le había obsequiado, unas que otras cosas rotas y remendadas con cinta adhesiva, pero seguían funcionando.
Su padre había muerto por tanto alcohol y adicciones estupidas, la verdad que no lo extrañaba tanto, casi nunca estaba en casa y cuando lo estaba, vivía frente al televisor.
Se sentía mal por agradecer que hubiera muerto, pero su economía mejoró al menos un poco. Podía comprar cinta adhesiva y mudarse a un lugar pequeño pero cómodo en Nueva York.

Al llegar al turno nocturno se puso la camisa Blanca manga larga y ligeramente percudida junto con su moño negro y su delantal.

Fue a su lugar correspondiente, la barra, y empezó a limpiar vasos y termos.
Como cerca de la media noche llegó un hombre solo, con lentes de sol, barba de candado, traje y tras los lentes se distinguían unas ojeras enormes, un Tony Stark demacrado,que por cierto iba directo hacia la barra.

—Un  whisky doble por favor, sin hielo—
—enseguida—
Harley sentía una calidez en su pecho con cada palabra decaída que soltaba, aunque fuera un pedido.
—Aquí tiene—
Tony subió la cabeza para ver al barman que cumplía con su trabajo y... reconoció un ligero toque de inocencia y juventud en su rostro, algo tan familiar tan nostálgico.
—¿Harley?—
El joven se quedó congelado ¿lo había reconocido? ¿Que diría de él?
—¿si?, Señor Stark—
—¿Qué haces aquí?, había dejado un número—
Harley estaba rojo hasta las orejas.
—yo...—
—te dije que me llamaras si necesitabas algo—
—perdón—
—ya salgamos de aquí—

Ya fuera de aquel bar, iban Tony y Harley caminando por las calles neoyorquinas.
El frío aire de ese momento calaba los huesos de el más joven quien no podía evitar temblar.
—¿Vives solo?—
—Si...—
Harley hablaba con miedo, temiendo a que este le regañara.
—pues tendrás que devolver ese departamento—
—que?—
—no lo volveré a repetir, Kenner.
Termina de estudiar, y después, si quieres te puedes ir, por ahora considerarme  tu tutor, solo un año—
—¿cuándo?—
—Ahora—
Unos meses después....

Tony se encontraba sentado con harley acostado en su regazo, acariciando sus cabellos color miel.
—te quiero tony—
—yo también—
Dijo mientras se inclinaba para dejar un beso en su frente

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¿Un Preguntas y respuestas?