Wanda quiere a Tony

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La primera parada de Tony fue Wanda.

Si bien habían tenido desconfianza en el pasado, existía el tiempo que tenía el poder de curar muchas cosas, como también la información oportuna, la cual ayudo a Wanda a entender muchas cosas y perdonar algunas otras.


Tony iba a paso lento hacia la habitación de Wanda, sentía  miedo. La vacuna fue desesperada y  tenía probabilidad de fallo,  con un terrible escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza,  giro la perilla de la puerta.

Ahí estaba Wanda, mirando la televisión con un té en la mano, como si no se hubiera estado muriendo hace solo unos días. En ese momento quiso acercarse y darle un fuerte abrazo.

—Pensé que estarías durmiendo

Sonó como un susurro ahogado que luchaba por ser escuchado.

Wanda lo miró sin responder. Tony alcanzó a ver sus profundas ojeras y  labios resecos, vestigios de lo que una vez fue una enfermedad incurable.

No pudo más y se lanzó a abrazarla

—Oh cariño, te extrañe tanto—dijo con la voz quebrada mientras mientras intentaba que las lagrimas no se acumularan en sus ojos. A Wanda ya no le acomplejaban demasiado sus emociones, en la torre aprendió que sacarlas iba a ser más sano que no hacerlo, tal vez alguien debería aprender de ella. 

Y así empezó a llorar sonoramente mientras lo abrazaba pegándolo más a ella 

—yo-yo -hip hip- tam-también te extrañeee —

 —ya, ya shhhh shhhhh shhh ya pasó, ya todo pasó...— 

Tony sabía que aún no, el momento más crucial aún no pasaba, el momento donde todos tenían que recaer por la vacuna y hacer anticuerpos en contra del reloj, obvio no diría nada de eso. Visión lo sabía y no dijo nada, su sistema no consideró necesario poner sal a la herida.

 La consolaba mientras besaba su coronilla y después de aproximadamente 5 minutos llenos de lagrimas, mocos y consuelo se tuvieron que separar

— cariño, tengo que ir a visitar a los demás.... —

 dijo este con un poco de tristeza, pues no los quería ver llorar — ve... —dijo la castaña entonces Tony le dio un último beso y salió del cuarto para visitar a los demás, sabía que al final del día iba a terminar muy cansado pues iba a llorar 12 veces....

Todos quieren a TonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora