Star-lord quiere a Tony

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Era una tarde nublada, donde quill estaba recordando viejos momentos tristes y Tony estaba aburrido.

El guardián miraba su walkman completamente destruido.

Pensaba en cuanto tiempo había pasado junto a él, extrañaba escuchar la música por medio de este, aunque otros ya le habían presentado YouTube.

Extrañaba ese pequeño aparatejo.

Después de todo lo que paso, Tony había entrado en una especie de fase bondadosa y caritativa, además necesitaba hacer algo ya.

Pasaba por cada habitación revisando si a alguno de sus compañeros necesitaba algo, casi todos le dieron negativa, menos uno.

El gran y asombroso star-lord.

--¿necesitas algo?--

--emm, si, me preguntaba si podías reparar esto--

Dicho esto levantó el aparato destruido y miró al castaño con cara de cachorro regañado.

--veré que puedo hacer--

Los ojos de quill se iluminaron como estrellas, con la ilusión de recuperar su walkman

Lo miro detenidamente los pedazos de aquella cosa antigua, lo pequeños tornillos estaban doblados y los cables rotos.

--¿como diablos se rompió?--

--mi padre lo destruyó--

--apuesto que era un ser superpoderoso bien extraño--

Trato de hacer notar su sarcasmo, ya que su padre igual pudiera haber destruido una cosa como esa, con tal facilidad.

--claro que lo era, pero también era un maldito bastado--

--vaya--

También su padre fue un maldito, pero no tanto para llamarlo bastado.

Después de unos minutos de silencio por ambas partes, el ambiente se fue contaminando de incomodidad, era demasiado desagradable que ya se podía considerar tóxico o radioactivo

--voy a arreglar esto--

Dijo dándole fin a la conversación.

Llegó a su taller y se puso manos a la obra, podía estar tan destruido que parecía que un elefante le había pasado encima.

Pero no hay nada que Tony stark no pudiera arreglar.



















Ja, toma eso papá de star-lord!!!

Nada puede contra Tony stark.

En tan sólo 2 horas pudo arreglar esa vieja y milenaria cosa que probablemente pudo presenciar a los dinosaurios.

--¡ya vine!!--

Abrió la puerta tan fuertemente que seguro ni siquiera giro la manija, y entro echándose brillitos encima.

--toma--

La sonrisa que surco la cara de quill, se extendió más de lo debido, por lo que Tony se asustó un poco y retrocedió.

--enserio,  gracias, gracias, gracias--

--aunque no se porque lo quieres si puedes usar la computadora, incluso el celular, adem- --

--te quiero tony--









Todos quieren a TonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora