Todos quieren a Tony

Stephen ama a Tony

(Advertencia +18 smut romantico)

Cuando Tony entró al cuarto de este mágico doctor, se preocupó al ver que no estaba dentro.
Se supone que debería estar en cama dejándose querer, por el claro.
Todos sus temores se disiparon cuando sintió unos brazos envolver su torso, era el.
—Me asustaste—
—lo se— y plantó un beso cohete en una de sus mejillas.
—Deberías estar descansando— sentenció con seriedad
—Me recuperé rápido, ahora, ¿podemos hacer otro tipo de cosas?...—

Tony reía por dentro, acababa de recuperarse y ya quería babear entre sus piernas?.
Stephen no era una persona que expresaba su deseo sexual con palabras.
Lo hacía con indirectas, las cuales tony inmediatamente captaba. No era normal

Stephen se acercó para abrazar al piel Canela y dejó su cabeza en el hombro de este.
El Moreno sintió el calor que emanaba la frente del contrario.
—Estas ardiendo—
—lo se—
Dibujó en su rostro una sonrisa de esas que solo tony descifraba.
—Hablo de otra cosa, idiota. No te has recuperado por completo—
—vamos, tony, por favor—
—De ninguna manera, tu fiebre está por los cielos que alucinas—
El ex neurocirujano no podía formular más que palabras separadas, o estaba a punto de convulsionar o iba a derretirse sin siquiera ser tocado por el castaño.

Stephen empezó a frotarse contra Tony, lo que traía entre los pantalones empezaba a doler, y este lo unico que hacía era reclamar entre jadeos entrecortados.
El de los cabellos salpicados de plata siempre era el que llevaba el control, normalmente el sexo que tenían era vulgar y mal hablado, solía excitarles más, pero hoy sería diferente, hoy habría poemas en sus acciones.

El de corazón de metal tomó por la nuca al hombre mágico para profundizar su baile de lenguas, este último no podía esperar más, lo necesitaba desesperadamente, necesitaba babear entre sus piernas.
Cargó al hombre con el corazón más duro que había conocido y lo llevó hasta donde las sabanas caían, se posó sobre el cuerpo de su pareja y empezó a desabrochar el pantalón de esta.

Las extensiones de tony recorrieron todo el cuerpo del hombre mágico, hasta llegar a la parte donde nevaba, lo tomó  y comenzó a mover su mano de arriba a abajo, poco a poco, su boca fue tomando el papel importante en aquella felación.
El hombre mágico no paraba de acariciar el cabello de el de corazón de metal, de vez en cuando tiraba un poco de los hilos castaños.
El doctor decidió alejar al contrario, aún no quería deshacerse.
Lo tomo cual pluma y lo dejo en el centro de la cama, donde empezó a buscar su agujero.

Mientras con los ojos cerrados, tony buscaba desesperadamente el lubricante que guardaban en las mesita de noche por si había este tipo de situaciones...

Cuando al fin sus dedos lograron sentir la pequeña botella, se aferró a ella.

Stephen tomó la botella de la mano del hombre con el corazón más fuerte del mundo y la abrió.

Dejo llover aquel líquido entre sus dedos para resbalarse dentro de su pareja, cuando lo hizo, ambos dejaron salir un gemido ruidoso.

El hombre con el corazón de hierro, dibujó líneas rojas en la espalda de el hombre mágico, mientras este solo lo tomaba como un incentivo para seguir golpeando el interior de su amado.

El hombre mágico sabía perfectamente cómo hacerle ver estrellas al hombre con  el corazón de hierro.
Cuando llegó el momento ambos sintieron el punto de ebullición sobre ellos.

El hombre mágico se derritió en el agujero del castaño, mientras que este bajaba de tocar las estrellas.

—¿se sintió bien?—
Pregunto el hombre con el corazón de hierro.
—fenomenal, te amo tony—
—yo también lo amo, doctor—

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¿Que les pareció? es el primer capítulo en el que empleó tantas metaforas.

Me gustó mucho hacer este capítulo, espero que a ustedes también les haya gustado.