Capítulo 34 (Gaby y Damian)

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Gaby

Salgo temprano del colegio ya que tengo turno con mi ginecóloga. Me mando hace un chequeo completísimo.

Esto es algo que me tiene sumamente preocupada. Llevo casi un mes de atraso y diez test de embarazo, todos negativos.

Cuando llego al consultorio milagrosamente hay dos chicas. Parece que esta mujer regala algo, la semana pasada cuando llegue tenia, por lo menos, diez mujeres adelante. Una verdadera tortura.

Media hora después me llama. Cuando entro en su consultorio me la encuentro sentada detrás de su escritorio, al verme me sonríe.

— ¿Cómo estas Gabriela? —

— Hola Doc. Acá estoy, muy preocupada...— le digo con una ansiedad que me está matando.

— ¿Seguís con atraso? —

—Si. Ya me tiene más que loca. —

—Bueno, empezá por tranquilizarte. ¿Te hiciste todo lo que te mande? — me dice sonriéndome.

—Si. —

—A ver, dámelos. — me dice mi doctora estirando la mano para que le de los estudios que me hice.

Se los entrego poniéndome más nerviosa de lo que ya estaba.

La doctora los lee y comienza a escribir en su computadora. Por momentos se pone seria, haciendo que me preocupe y por momentos asiente con la cabeza.

—Doctora, si no quiere derivarme a terapia intensiva, por favor dígame algo...— le suplico, haciéndola sonreír.

—Bueno. Vamos a hacer un estudio más para confirmar. — me dice agarrando el talonario que se encuentra junto al teclado de la computadora.

—Doctora, por el amor a Dios. ¿Qué es lo que tengo? —

—Mira, no estoy cien por cien segura, por eso quiero que hagas ese estudio, pero creo que estas empezando con una menopausia precoz. — me contesta dejando esas últimas dos palabras suspendidas en el aire.

Por un momento me pongo a analizar lo que me está diciendo. Menopausia. Mi mamá esta menopaúsica... Yo no puedo estar menopaúsica.

—Doctora no puede ser. Soy joven para estar menopaúsica. Tengo treinta y uno. —

—Si, por eso dije precoz. —

No sé qué cara pongo, pero debe ser lo suficientemente sacada para que la doctora, se ponga de pie, se siente en la silla que está a mi lado y me diga:

—Gabriela, no es la muerte de nadie. Simplemente se termina tu vida fértil. —

No sé si eso me ayuda mucho. Porque hasta ahora había pensado en que era cosa de mujeres mayores, no voy a decir viejas porque me siento peor.

—Eso no ayuda. — le contesto en un susurro.

—A ver, ¿pensabas tener otro hijo? —

— ¡No, está loca! — la contestación sale desde el alma.

— ¿Entonces? —

—Es que no estaba preparada para que me diga que me vencí...— le confieso y la doctora comienza a reírse. No sé qué es lo que le resulta tan gracioso.

— ¡¿Qué decís?! No estas vencida. Yo te diría que empieza lo mejor. Mira, no pensabas tener más hijos, sos joven, tenés muchos años de sexo sin estar pensando en que podes quedar embarazada. Yo diría que es la gloria. —

Me la quedo mirando. Puede ser que tenga su lado bueno todo esto.

—No sé. Ahora, lo del sexo me resulto atractivo, pero la letra chica... ¿Que problemas me va a traer? —

Tal para cual... y ellos también. [COMPLETA]Where stories live. Discover now