Capítulo 20 (Gaby y Damian)

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Gaby

Realmente ya no estoy para estos trotes. Pensar que antes podía tomar cualquier cantidad y no me hacia nada y si me hacia a las pocas horas estaba como si nada. Pero ahora tengo una resaca que no me puedo mover.

Cuando desperté de esa siesta obligatoria me lo encontré a Damian en la cocina con los chicos. Los dos al verme comenzaron a gritar de la emoción o porque no lo aguantan mas al padre... no se. Lo que si se es que mi cabeza me va a estallar en cualquier momento. Me acerco a ellos como puedo.

—Shhh, no griten que mamá se puso en pedo y ahora no puede mas de la resaca...— le dice Damian a los chicos susurrándoles.

—No seas tarado... — le digo acercándome a los chicos para poder darles un beso. — ¿Cómo están mis amores? —

Facu se me cuelga del cuello haciéndome dar nauseas. Pero no le digo nada, él no tiene la culpa de tener una madre alcohólica... Mientras que Naara comienza a llorisquear para que la levante en brazos.

Damian ve mi sufrimiento y acercándose a Facu lo agarra y diciéndole que se tiene que bañar me lo saca del cuello. Dejándome con Naara.

Después de la cena, y tras acostar a los chicos, hicimos lo mismo nosotros. Para entonces estaba bastante mejor de la resaca así que acurrucándome en el costado de Damian le pedí que me cuente que es lo que paso. Tengo que saber que es exactamente lo que paso con Bárbara, ya que me parece que le voy a hacer una pequeña visita.

Estamos una hora hablando de lo ocurrido, hasta que nos gano el cansancio y a mi también la resaca y nos quedamos dormidos.

Al día siguiente volvemos a la rutina diaria. Lo dejo a Damian en el trabajo y después de dejar a los chicos en le jardín me voy a trabajar. Mis demonios me esperan.

La jornada pasa relativamente rápido y doy gracias por eso. Así que después de retirar a los chicos de jardín me voy a buscar a Damian. Me siento nerviosa por lo que estoy a punto de hacer, como también sumamente ansiosa.

Estaciono el auto en la vereda de enfrente y tras agarrar a los chicos me voy a buscar a Damian. El no quiere que haga esto, pero me siento en lo obligación moral de hacerlo.

Entro en la empresa y la veo. Detrás del mostrador esta la arrastrada de Bárbara. Mi instinto me grita que salte por encima del mostrador y le arranque todos los pelos que tiene en esa cabeza inmunda. Pero esta vez le vamos a hacer caso a mi cerebro.

Bárbara al verme se le borra la sonrisa y a mí se me tatúa...

— ¡Hola! ¿Cómo estas? — le digo con mi mejor sonrisa.

— Hola. ¿Te puedo ayudar en algo? — me dice con esa sonrisa falsa. Le quiero decir que si, que lo que puede hacer por mí es irse bien a la mismísima mierda, pero en lugar de eso le digo:

— Vengo a buscar a Damian. ¿Le podrías avisar? —

—Si, por supuesto. — levanta el teléfono y marca un número, a los pocos segundos la escucho decir: —Damian, te buscan en recepción — escucha y dice: — Ok, ahí le digo. — cuelga el teléfono y me dice: —Ya viene. Si queres lo podes esperar sentada en esos sillones...— me dice señalándome con el dedo el sector de espera.

—No, gracias... — le digo sonriente.

A los pocos minutos lo veo venir a Damián por el pasillo y al verme me sonríe. Facu, cuando lo ve me suelta de mi mano y sale corriendo a la brazos del padre. Aprovecho el momento. La miro a Bárbara y sonriéndole le digo:

—Si me llego a enterar que lo volves miras siquiera a Damián, te juro que voy a venir y te voy a arrancar los ojos y te los voy a hacer comer... ¿Me entendiste? —

Tal para cual... y ellos también. [COMPLETA]Where stories live. Discover now