Capítulo 33 (Mara y Jonathan)

137 20 3
                                    


Mara

La primera semana en mi nuevo trabajo fue, simplemente, maravillosa. El lugar es hermoso, es un viejo loft remodelado a nuevo y sobre todo híper moderno. No tenemos oficinas individuales, es un gran lugar en donde trabajamos todos juntos. Obviamente que cada uno tiene su espacio, pero si levanto la mirada puedo ver lo que están haciendo los otros integrantes del equipo.

Por el momento somos cinco. Bruno que es la cara visible junto a Lola, ellos son lo que se encargan, la mayor parte del tiempo, en buscar nuevos proyectos. Lola, la mujer de Bruno, es una excelente persona y sobre todo sumamente divertida. Si bien ahora trabaja con Bruno, no perdió el vicio de escribir en su block. Y debo decir que es sumamente divertido lo que postea. Ya soy su fan número uno.

Después esta Luis, es un diseñador recién recibido, pero con unas ideas sumamente creativas. Es muy refrescante trabajar con él. Y después esta Alan, el hijo de Lola, está estudiando diseño. Dice que cuando lo conoció a Bruno decidió que quería estudiar diseño gráfico. Se ve lo que lo quiere y sobre todo, lo admira. Así que trabaja medio día con nosotros y después se va a la facultad.

Hace unos días hablando con Lola, me contó que conoció a Bruno en el Golden, haciendo "investigación de campo". Me morí de risa cuando me conto todo lo que paso esa noche, pero lo bueno es que resulto en una entrevista que le hizo para su antiguo trabajo, y por ende, hizo que lo conociera mejor y que resultara en esta hermosa historia de amor que tienen.

No podía creer que Bruno le conto en esa entrevista de la vez que vino a mi departamento contratado por Jony. Ella, al principio, creía que habían sido puros inventos de Bruno, no podía creer que un hombre pueda ser capaz de contratar un stripper para la chica que le gusta, pero soy el vivo comprobante de que fue verdad. Lo pienso y no lo puedo creer... Ahora lo quiere conocer a Jony, cosa que no le cae muy en gracia a Bruno, textuales palabras de Bruno cuando la escucho decirlo: "No te lo aconsejo, ese chico es un dolor de huevos...". Y mirándome a mí, me dijo: "Perdón sé que es tu pareja." ¿Qué le puedo decir? Tiene razón.

En casa las cosas están... raras. Jony si bien está un poco más relajado porque ya no estoy pasando tiempo con Ricardo, sé que le inquieta que haya cambiado a un ex por un stripper. Pero bueno, que se joda por ser tan tarado. Si no fuese por sus celos, posiblemente estaríamos trabajando juntos. Aunque, este cambio, es lo mejor que hice en unos cuantos años.

Ahora puedo decir que estoy trabajando relajada y con más ganas que nunca.

Jony

Ya pasó una semana desde que Mara se fue a trabajar con el stripper. Me encanta decirlo así, Mara se pone loca cada vez que lo nombro a Bruno por su antiguo trabajo, dice que parece como si ella se dedicara a bailar en el caño. El solo pensarlo alegra al enano.

Estoy pensando seriamente en hacer instalar un caño en nuestra habitación, pero sé que en cuantito lo vea se va a quedar viuda. Y la gracias está en que lo disfrute yo en cuerpo presente.

En el trabajo, todo sigue igual. Aunque ahora que lo pienso, Carolina cada vez que me cruza en algún pasillo me clava la mirada y murmura algo. No sé si me va a perdonar alguna vez el que por mi culpa y la de culo lindo, ella perdiera a Mara.

Se la ve feliz a Mara. Creo que nunca la vi tan contenta y entusiasmada como lo está ahora. No deja de hablar de la tal Lola, la mujer de Bruno y obviamente de Bruno. "Qué es un genio, que es re simpático, que es sumamente profesional, que la tiene grande...", esto último lo agregue yo y que no se entere que lo dije.

Es que realmente me tiene fastidiado que Bruno sea "tan perfecto". Es más, pensé en caerle de sorpresa, pero se fehacientemente que si asomo la cabeza en su nuevo trabajo me la arranca. Así que lo único que me queda es sufrir en silencio.

La chica que contrato Carolina para reemplazar a Mara es, lisa y llanamente, una arpía. ¿Se acuerdan lo perra que era Mara cuando nos conocimos? Bueno, esta es mucho peor. Y para colmo de males ya no puedo usar mis armas de seducción. No me mal interpreten, no quiero nada con ella ni con ninguna otra mujer. Pero si fuese en otro momento de mi vida, hubiese usado mis armas para ganármela y quien sabe divertirme un rato.

Así que lo único que me queda es ser profesional y ganármela así, o que me odie como Dios manda.

Este finde hay juntada con los chicos, bueno de chicos no nos queda nada, pero en fin...ésta vez le toca a Damian y a Gaby, lidiar con la mugre que queda... ¿Se dan una idea lo que es tantos chicos juntos? Un verdadero desastre.

Ah, me olvidaba... pase por una librería y en vidriera había de esos libritos chiquitos, que son llaveros. ¿Saben cuáles son? Bueno, adivinen ¿qué libro tenían? Cincuenta sombras de Grey... y no pude evitar comprarlo, me salió más caro que si hubiese comprado uno en tamaño real, pero vale la pena. Así que este fin de semana cuando nos juntemos, lo voy a colgar en el cochecito de Ian, como si lo estuviese leyendo. Vamos a ver si Damian me dice algo...

Tal para cual... y ellos también. [COMPLETA]Where stories live. Discover now