El poder de la furia

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Es mi deber vengar a mi padre acabando contigo, Sagat.

¿Qué le ocurre a este sujeto? El puente es tan endeble que en cualquier momento podría colapsar. Sagat miró hacia abajo para ver la enorme distancia sobre la que se encontraban, calculó que mínimo eran 100 metros hasta golpear un pequeño rio, pero no podía saberlo exactamente a esa distancia. Podría estar equivocado.

Quítate, no lo volveré a repetir.

Sagat avanzó tranquilamente hacia el otro extremo sin prestarle verdadera atención a Dan, quien cerró sus ojos, apretó sus puños y se lanzó directo al ataque.

¡¡PADRE!!

El ex campeón del Muay Thai lo tomó por el cuello sin ningún problema mientras seguía avanzando.

Pequeño estúpido. ¿Acaso deseas morir? ¿Tan loco estas?

Dan se retorcía, luchando por respirar, sentía como se nublaba su visión y como sus extremidades tardaban en responder, mientras colgaba fuera del puente, por encima del abismo. Sagat al ver el otro extremo cerca lanzó a Dan, cayendo justo sobre helechos que amortiguaron su caída. Empezó a toser y aspirar grandes cantidades de aire a la vez que el gigante se aproximaba hacia él.

Más loco de lo que todos creen.

Dan esbozo una sonrisa mientras decía tales palabras, palabras que hicieron sospechar a Sagat de algo en verdad peligroso.

¡Gadoken!

El ridículo proyectil de energía manifestado por Dan impactó directo con una de las cuerdas que sostenían el viejo puente colgante de madera, haciendo que se sacudiera violentamente mientras otros cables se rompían al unísono. Sagat se sujetó a uno de ellos, intentando mantener el equilibrio y buscando con la mirada como evitar una muerte segura, cuando la oscura silueta de Dan estaba encima de él, preparando una patada que por primera vez en su vida resultaría mortal.

El impactó fue tal que el puente término por colapsar lanzando a los dos luchadores por el precipicio.

¡Nunca descansare hasta derrotarte, maldito!

El vengativo hombre del keikogi rosado lanzó sus más poderosos golpes mientras estaban en caída libre, pero el tailandés solo le preocupaba que el cuerpo acuífero fuera lo suficientemente profundo para asegurar la supervivencia.

Y así fue, pero lo que no anticipo es que cayeron justo en el extremo del rio donde el cauce inclinado provocaba un considerable aumento de la velocidad, creando una enorme turbulencia que impedía a los combatientes mantenerse estables.

Sagat perdió de vista a Dan, todo daba vueltas y no podía estabilizarse lo suficiente para poder identificar en donde era "arriba" y donde era "abajo".

No podía creer que este fuera su final, siempre imaginó su muerte en el ring, pero nunca creyó que un tipo al que siempre consideró como una molestia, un chiste, lo llevaría a la muerte.

Un violento impacto lo saco de sus pensamientos, el brutal golpe lo llevo a aspirar agua pero se dio cuenta que había chocado con una enorme roca de la que se sujetó con todas sus fuerzas. Con mucha determinación logro escalar la enorme piedra para mantenerse a salvo, al abrir su único ojo vio a las violentas aguas impactar con fuerza contra mas rocas que sobresalían del rio, y más adelante había una enorme cascada donde todo pudo haber acabado para él.

Al girar el rostro notó un trozo de tela rosa siendo arrastrado a voluntad del rio, se trataba de Dan. Sin duda era merecedor de un final así, pero había algo que incomodaba el estado mental del tailandés. Era una forma demasiado triste para morir.

El sendero del TigreWhere stories live. Discover now