Sin Remitente || KakaHina

Jueves.

—¿Esta es la carta de hoy?—

Kakashi asintió.

—¿Y qué esperas? ¡Léela!— comentó Yamato.

Había dado la última clase del día, pero sus compañeros habían interrumpido esta para hablar con él y pedirle que no leyera la respectiva carta, que ellos querían leerla también y sacar sus perspectivas. Sin poder negarse, ya que varios alumnos tenían la vista en ellos, aceptó.

Y ahora, terminada, se encontraban alrededor del escritorio, mirando aquél sobre azul cielo, siendo revelada una pequeña carta.

"Jueves 15

¡Buen día Kakashi-san! Espero que ayer le haya gustado la comida. Ví que se estuvo paseando con la lonchera por la cafetería, y debo confesar que me causó mucha felicidad el ver que la esté cuidando.

Ayer recibí algunos regalos, sin embargo ninguno logró hacerme sentir feliz.

Hubo uno en específico, que mi primo me regaló. Era un libro sobre "Los tiempos de cólera" ubicada en la Edad Media. Me recordó mucho a usted.

Sé que a usted le gustaría leerlo, puesto pues, es un profesor de Historia.

¡Oh! Eh olvidado mencionarlo. Me gusta que le fascina la lectura. Que sea absorto por esta, aunque siempre he tenido la curiosidad de saber qué es lo que está leyendo siempre.

Haberlo visto apoyado contra uno de los árboles, solo y en silencio. Definitivamente trajo una paz a mi alma, que hubiera añorado estar con usted.

Es terrible que sea menor. Ni siquiera tengo idea si está en una relación amorosa, pero lo que mencionan los chismes acerca de usted es que ni siquiera hace caso a las indirectas de la profesora de Artes.

¿Qué le atrae de una mujer, sensei? Si la profesora Rin es muy bonita y la negó, entonces ¿Qué le gusta?

¿Si decido declararme, podría llegarle a gustar?

No sé ni por qué preguntar eso. La respuesta es clara. Y aunque lo llegase a intentar, no sería lo suficientemente atractiva para usted.

Por cierto, dígale a Gai sensei que Lee otra vez hizo trampa en la prueba.

Anónimo".

Los tres guardaron silencio.

—Kakashi— le llamó Gai.

—¿Qué sucede?—

—La chica se llevaría una gran decepción al saber que lees libros porno—