Sin Remitente || KakaHina

Jueves.

—¿Harás que repita la materia?—

—Sí—

—¿Porqué?—

—Ya te dije Yamato, el chico es un bueno para nada. Ni siquiera le interesa que sus padres se enteren del poco entusiasmo que tiene—

—Shikamaru es un chico muy inteligente—

—¡Bah! La palabra exacta es flojo. En mi clase lo único que hace es maldecir y se la pasa tendido como si fuera clase de sueño y no de deportes. Para mí el ya se encuentra más que reprobado.—

La conversación era a unos cuantos pasos de donde se encontraba, pero se escuchaba como si sucediera a dos cuartos enseguida de él. Se sentía sumergido en sus propios pensamientos; no encontraba una manera de poder arreglar las cosas.

Había descubierto que la causante de sus insomnios era la chica Hyuga. ¡Claro que no pensaba corresponderle! Como ella decía, ni siquiera conocía absolutamente nada de ella, que decir fuera del Instituto.

Retomaba la conversación reproduciéndola en su cerebro una, dos, tres veces. Tenia que ser sumamente cuidadoso en lo que decidiría, y tenía que actuar con cautela, escoger sus palabras adecuadas para poder contestarle a la adolescente de una manera correcta.

—¿Qué sucede? Llevo hablándote hace dos minutos. Carajo, te encuentras peor que Tsunade cuando no asiste a los Viernes de casino— comentó Yamato, recordando a su compañera, la maestra de Cálculo.

Era una mujer exuberante, con buenos atributos. Sin embargo, su carácter la hacía carecer de empatía, ni qué decir de una rabieta.

—Sueltalo Kakashi, recuerda que nos contamos todo— acercándose el peli negro, tomo asiento.

Kakashi, suspiró y frunciendo el ceño, comenzó a hablar.

—Descubrí a Hinata Hyuga. Es la chica de las cartas, tal como habías deducido Gai—

—Ajá. ¿Es todo? ¿No se besaron? ¿No hubo chispas al momento de verse?— contestó Yamato.

Bufó.

—No, todo lo contrario. La obligué a que leyera la carta, y no sentí nada. Escuché cada palabra, intenté comprender sus sentimientos pero me fue imposible. Al terminar, no le pude comentar nada, simplemente me fuí. Y ahora, me encuentro aquí, debatiendo si debo de encontrarme con ella fuera de las instalaciones o botar aquella opción como lo he hecho con otras estudiantes.—

Gai, quien giró para ver al castaño, los dos pensando la misma cosa: Qué pena.

—Kakashi, míralo de esta forma. Ningún regalo, carta, palabra de cualquiera otra estudiante te había hecho darle tantas vueltas al asunto como con Hinata—

—¿No crees que deberías de darle una oportunidad? Digo, es su último año. Eres técnicamente un amor imposible, y esos son los más tentadores. Le agradará poder conocerte y, quién sabe, talvez a ti también.—

Y probablemente tenían razón. Tal vez las cosas las estaba pensando mucho, como casi siempre lo hacía. No dejaba que las cosas se resolvieran o se aclararán por sí solas en su mente, le gusta ver al derecho y al revés el problema, encontrar peros y contras.

Y pensándolo, no había más que dos contras, y lo demás parecía darle paso a su imaginación.

Lo intentaría, la conocería.

. . .

Su cuerpo se mantenía estático, mientras que su mente divagaba lejos de donde se encontraba. Daba tantas vueltas al asunto, el día pasado no habían sucedido las cosas como creía, o mejor dicho, no estaba preparada para lo que sucedería.

Había sido rechazada, igual que las demás. Miraba cabizbaja, sus pies colgando del mesa banco, meneándolos entre sí. Mantenía entre sus manos, otro pequeño sobre, que le entregaría fuera del Instituto -si es que se atrevía aparecer-.

Había corrido al par de rubias, contándoles que ni siquiera se encontraba en la posición de poder dirigirles la palabra. Y no porque se encontrara molesta por lo acontecido, si no que las palabras no podían salir por si solas.

—Hina— giró su cabeza, para encontrar una cabellera rubia asomándose.

—Naruto— al escuchar su nombre, se permitió adentrarse en el aula. Paró unos segundos en la entrada, y decidido caminó hacia ella.

—¿Cómo estás? Eh, bueno, creo que ya lo sé. Disculpa.—

Hinata sonrió, en algo que se consideraría como mueca.

—No, no te disculpes.—

—Hina, en serio discúlpame— La azabache, al escuchar su forma tan arrepentida de hablar, dudo si el rubio había tenido algo que ver en lo sucedido.

—¿Qué sucede, Naruto? ¿Te dijeron algo Ino y Temari?—

Naruto suspiró.

—Lamentablemente, no. Tengo que confesarte algo. Yo hablé con el profesor Kakashi.— miró a la chica esperando alguna reprimenda, pero no. Se mantenía recta, frunciendo los labios, en espera de que continuara con su derrota.— Hablé con él hace un par de días, le conté que eras tú la de las cartas. Le conté que las escuché planeando lo que harías, que te querías encontrar con el. Le conté todo.—

—Hyuga Hinata es la de las cartas— soltó Naruto, desconcertando al peli plateado.

—¿Me confirmas?— cuestionó.

—Yo eh estado con ella en cada carta, conozco toda la situación desde el inicio. Hyuga Hinata está enamorada de usted, y quiere conocerlo—

—Yo a ella no, en lo absoluto—

—¿Entonces porque no puso un alto desde un inicio si sabía sus intenciones? Sabe más que nadie que tiene curiosidad, al menos un poco— soltó.

Haberlo visto contestar así, de una manera prepotente, lo hacía sentir furioso. ¿Como podía tomar las cosas así? Su amiga, le había expresado mediante cartas sus sentimientos...¿Como no podía siquiera sentir un revoloteo?

—Yo no la obligué a que lo hiciera. No le puse la mano en el papel. Hyuga es una adolescente, no hay más que decir.—

—Al menos intente conocerla. Yo, yo sé que le agradará. Es una chica excepcional. Hágame caso, todo lo que le dije es verdadero. Vaya a la cita.—

Kakashi, frustrado, pasó sus manos por su cabello, haciendo que quedaran despeinados.

—Bien, Naruto. Lo haré, la conoceré. No le ocasionaré ilusiones, solamente espero que si queda aclarado todo, que esto no complique su estatus social ni mucho menos que se conozca esta situación en el Instituto. ¿Queda claro?—

Al momento que terminó de hablar, Naruto sonrió. Había funcionado.

—¡Queda claro, Kakashi sensei!

. . .

Holaaaa, estamos a los últimos capítulos de Sin remitente. Aproximadamente quedan tres o cuatro más por terminar y tan tan.

Gracias por continuar hasta acá <3