---es que ése es el problema, ¡ése proyecto fue aprobado por Kirishima-san!

---¡¿Qué?!--- ambos miraron al castaño, que parecía algo ofendido.

---¡yo no aprobé nada!

---¡tu firma está en el documento!---Isaka tomó los documentos que llevaba el jefe de Japun, su molestia pareció crecer un poco y miró al castaño.

---yo estoy seguro de que no firmé nada como esto, éste proyecto es de mi departamento y averiguaré que pasó, ¡encontraré al responsable de esto!

---¡encuentralo!--- ordenó Isaka al castaño--- cuando lo hayas hecho lo quiero ver aquí, ningún imbécil va a arruinar mi empresa con algo como esto--- comentó soltando los papeles sobre el escritorio.--- y no quiero más discusiones, ni pleitos... Yokozawa...--- el aludido miró a su jefe máximo con sorpresa.--- no creas que no sé del pequeño intercambio de diferencias con aquellas chicas... Y el accidente de tu niño. He sido muy condescendiente al dejarte traer a tus hijos a esta empresa pero, si hay un escándalo más me veré en la penosa necesidad de pedirte que no los traigas más.

Yokozawa miró con tristeza la herida en el rostro de su hijo, Kirishima intentó hablar, defender a su familia, pero una mirada del presidente le hizo cambiar de opinión, pues no era él quién tenía que hablar.

---no volveré a traerlos si no quiere--- comentó Yokozawa sorprendiendo a Isaka pero también a su pareja--- éste no es un lugar para un par de niños... Y no quiero que corran peligro alguno cerca de esas mujeres, no crea que lamento lo sucedido con ellas, hice lo correcto, hice lo que debía, usted haría lo mismo si estuviera en mi lugar, pero mi deber es proteger a mi familia, ellos son lo más importante, así que no, no los volveré a traer... A pesar de que sé que el personal de ésta empresa los cuidará en todo momento no quiero correr riesgos innecesarios. Después de todo, los traía únicamente para que usted los viera, después de todo, sé que les tiene mucho aprecio, así como la mayoría del personal aquí.

---...--- Isaka escuchó atentamente y se sintió atrapado en su propio juego, casi sintió que el amenazado era él  y aquello lo frustraba, pues desde hacia un año que había conocido al bebé y a la pequeña Hiyo y se había encariñado con ellos, no perdía la oportunidad de verles, aunque fuera de lejitos, y si ya no iban a su empresa los vería menos todavía, pues su agenda casi siempre estaba llena de cosas por hacer--- está bien, está bien, supongo que aún puedes traerlos, después de todo lo que dices es cierto: ese par de niños se han ganado el cariño de una gran cantidad de gente... Supongo que todos estarán alertas ante cualquier tipo de peligro que pudiera llegar a amenazarles...--- se rindió por fin dejándose caer en su silla, después de un momento pidió cargar al niño, estaba tan contento con el niño, que no se dió cuenta de que comenzó a garabatear sobre los documentos en los que había estado trabajando toda la mañana.

La puerta fue abierta y el presidente miró a la entrada para observar al intruso, al principio se veía molesto, pero su mirada se suavizó cuando se percató de que era la niña castaña la que se aventuró a entrar a la oficina sin ser anunciada.

---¡Hiyo! ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?

---Yo... Yo... Lo siento... Todo esto es mi culpa--- sus manitas estaban juntas y la pequeña miraba al suelo apenada sin atreverse a mirar a nadie.

---¿tu culpa? ¿De qué estás hablando hermosa?--- Yokozawa se había levantado y caminado hasta donde la niña.

---papá y tú... Discutieron por mi culpa...---se encontraba al borde de las lágrimas y aquello preocupó a los adultos, Yokozawa miró a su pareja y él de inmediato se acercó a su hija.

---claro que no pequeña,--- Kirishima la tomó del mentón para que lo viera---  es solo trabajo... Y suele pasar muy seguido, pero ya lo estamos solucionando, así que no tienes de qué preocuparte.

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