#23: Actos del karma

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Acosadora.

A esos extremos ya no me gustaba.

-¡No sé quién cojones eres!- dije fingiendo confusión.

Más bien alteración, de verdad que esta chica me comenzaba a dar miedo. Nunca antes nadie se había comportado así conmigo, normalmente una foto, sí, un saludo, de acuerdo, todo bien, pero nadie se había lanzado al suelo a pedirme un autógrafo.

-¿Por qué esa chica te pedía un autógrafo?- me preguntó Taehyung cuando ya nos encontrábamos en la fila para comprar los caramelos y las palomitas.

Unos guardias de seguridad que habían cerca habían tenido que alejar a la chica psicópata de mí y mi sensual tobillo.

Por un momento creí que moriría, pero como ya he dicho muchas veces antes, hierba mala nunca muere.

-Yo que sé- dije nervioso encogiéndome de hombros-. Tal vez se confundió o algo, de hecho he escuchado que existe algo parecido al daltonismo, solo que en vez de confundir colores, confundes personas.

-Ya veo, pero lo que no entiendo es cómo sabía tu nombre- insistió aún confundido Taehyung.

-¿Brujería? Últimamente es algo muy común- dije y mostré una sonrisa que tenía implícito "dejemos el tema y sigamos, gracias".

-Um... un pop corn grande, por favor, y dos gaseosas- ordenó Taehyung con una sonrisa al chico que había tras la registradora.

El chico desconocido que tenía una ficha en su camisa con el hombre de"Yugyeom" nos sirvió las palomitas y las dos gaseosas. Taehyung pagó. Después de todo si quiera tenía mi billetera en mano. Tomamos nuestros comestibles y nos dirigimos a nuestra respectiva sala de cine.

Nos sentamos en la tercera fila, verdaderamente cerca de la pantalla. Según Taehyung, de tan cerca era donde podías sentir la verdadera acción. Según mi punto de vista, tenía hambre.

Sí, de acuerdo, no había comida galletas desde hacía bastante. Deben tener compasión conmigo. Deben.

Saqué un puñado de mis palomitas impaciente y me las comí de un sopetón, sin que Tae me viera hacerlo. Me moría literalmente si alguien me veía comer en mi fase glotón.

Todavía recordaba la vez que me comí un hot-dog en la cafetería de la escuela a mis quince años. Palta, tomate, mayo, ketchup, mostaza... En mi defensa no había desayunado nada y mi estómago pedía de rodillas algo para digerir. El hecho de que media escuela me viera hacerlo y me hubieran sacado fotos, es un detalle aparte de que por cierto me avergonzó extremadamente por unos cuantos meses. Después lo olvidaron.

Y es que, todos olvidaron cualquier anécdota el día en que salió el video de la rata arrastrando una pizza en la estación de metro.

-Ya empezó- un murmullo emocionado de parte de Taehyung me regresó a la realidad. Sonreí al voltear a verlo. Comía nerviosamente palomitas mientras observaba la pantalla con los ojos bien abiertos, como si ellos fuera a permitirle ver y entender la película mejor.

De todas formas todavía estaban dando comerciales y trailers. Sí, nada muy interesante.

Nada lo era hasta que ví que a la sala de cine entró Yoongi.

¿Qué mierda hacía Yoongi aquí?

¿Por qué rayos estaba en el cine?

¡Ese chico debía estar trabajando y haciendo que Mino se comiera las uñas de los nervios! ¿¡Qué hacía en el cine, maldición!?

Viviendo con el Nerd | vkook. Where stories live. Discover now