5) Petición no aceptable

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__¡Gratis! Créame que me parece muy injusto que el trabajo sea gratis. Yo puedo pagarle no quiero nada gratuito, dígame ¿cuál es su precio?.

___ Ya que insiste, le propongo algo, usted me deja trabajar en todas las habitaciones y depende del desorden que ordene le diré mi precio. Pero solo al culminar mi trabajo. ¿Está de acuerdo?

La señorita sonríe y dice.

___ Lo que usted pide es complicado, darle el control de todo en mi casa es difícil. Me creo capacitada para gobernar mi casa sola y en realidad no me parece requerir tanto de su ayuda, como para dejarle ser el dueño de todo .

__ Le invitó a meditar en el asunto, no debe darme la respuesta hoy de una vez puede tomarse su tiempo.

La señorita guarda silencio por unos segundos, toma asiento mientras con sus dedos da suaves golpes sobre la mesa intentando tomar una decisión. Luego de esos segundos sin poder decidirse da una respuesta.

___ Señor Jesús me parece usted un sujeto agradable e inspira confianza, pero sin intención de parecer grosera debo dar fin a nuestra llamada, tengo cosas que hacer, me gustaría disfrutará de la habitación de huéspedes y se familiarizará en conocer los lugares a los cuales puede tener acceso. Debo irme; luego me estaré comunicando con usted, gracias por sus servicios.

De esta manera sin esperar respuesta, la señorita corto la llamada.

Jesús escucha el sonido de la llamada al cortarse, retira el teléfono de su oreja lo cuelga y pensativo se recuesta sobre la cama de la habitación. Y dice:

__ Ya decía yo que para ella seria un tanto complicado.

Mientras que por otro lado la señorita sorprendida exclama.

__ ¡Que osado es este Jesús! tanto que me ha costado a mi controlar mi casa para que venga él muy fresco a pedirme que lo deje controlar todo. Me parece una falta de respeto. Cómo si no supiera cuidarme bien sola.

Al dar unos cuantos pasos más, la señorita se detiene y con un ánimo más reflexivo comienza a decir:

__ Debería de hablar con virtuosa ella fue quien me lo recomendó, si; exactamente eso haré.

Toma su teléfono del bolso y marca el número de la joven.

__ Hola, Dios te bendiga. La escucho decir.

__ Hola tonta, sabes quiero hablarte ciertos puntos, dudas e inconvenientes que ahora mismo tengo con el Señor Jesús que me recomendaste dejar trabajar en mi casa.

___Claro, claro cuéntame ¿Cómo te has sentido?

___ Me gustaría quedar contigo en algún lugar cercano para que conversemos.

___ Si, me encantaría, en la cafetería de siempre ¿ Te parece?.

___ Excelente, estoy cerca en 15 minutos estoy ahí.

La señorita toma el tren que la dejará en su destino y al pasar solo tres estaciones rápidamente llega al lugar acordado, en menos tiempo de lo previsto.

Jesús en el cuarto de huéspedes (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora