Capítulo 02.

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En multimedia, Nanami. 

―¿... podrían dejar de llorar? ―pedí.

―¡No! ―chillaron ambas de mis amigas.

Ya habíamos salido de clases y ahora estábamos en una plaza sentadas en un banco debajo de la sombra de un árbol. Nanami por lo menos lloraba en menor grado que Sakura, pero si te dabas el tiempo de comparar a mi pelirrosa amiga con algunas otras chicas de la preparatoria, Sakura está de lo mejor.

―Hay más peces en el mar ―dije.

―¡Pero yo quiero ese pez, ¡no quiero ningún otro! ―Y de nuevo, estaban hablando al unísono.

―¿Otras más? ―se escuchó la voz de un hombre.

Volteé y vi a Kiba, Shikamaru y Neji, los tres tenían cara de aburridos. Aunque, si lo pienso bien...Shikamaru siempre tiene la misma cara.

―¡Akamaru! ―el perro de Kiba se me tiró encima y le comencé a hacer cariño.

―¿Y para qué me saludas a mí? ―preguntó el castaño y se acercó a darme un beso en la mejilla.

Shikamaru se sentó en la banca al lado de Sakura y se puso a ver las nubes, mientras que Neji se quedó de pie y mirando en todas direcciones, como buscando a alguien.

―Kiba, ¿a qué te referías con "otras más"? ―pregunté mientras le hacía cariño a Akamaru en el casco de las orejas.

―Hemos paseado por la ciudad, y en todos los lugares vemos a chicas llorando por Sasuke ―respondió.

―Son fastidiosas ―murmuró Shikamaru―. Y también hay chicas que ni son de nuestra preparatoria y están llorando por Sasuke.

―Y dime, ¿Temari también estaba llorando por eso? ―preguntó Neji con una sonrisita para luego voltear a ver a Shikamaru por unos segundos y luego volver a lo que estaba haciendo hace un rato.

―¿Temari? ―pregunté.

―La novia de Shikamaru ―rió Kiba mientras le daba codazos al pelinegro.

―¡Claro que no! ―se quejó mientras fruncía el ceño.

―¡Yo no estoy llorando por Sasuke! ―gritó Nanami.

―¿Uh? ¿Entonces por quién? ―preguntó una voz totalmente diferente a la de Kiba, Shikamaru y Neji.

Namikaze Naruto estaba enfrente de todos nosotros con un helado de chocolate en la mano. Su uniforme estaba más que desarreglado, igual que su cabello. Le entregó el helado a Neji y se volteó nuevamente hacia Nanami, que había parado inmediatamente de llorar.

―Se murió su hámster ―dije, antes de que a Nanami se le ocurriera alguna cosa tonta como ocurría en la gran mayoría de los casos.

―¿De verdad, Nanami? ―preguntó Naruto acercándose a mi amiga.

Ella no dijo nada y sólo asintió con cara de idiota, seguramente ni siquiera había escuchado la excusa que di.

―¿Y cómo se llamaba?

―¿Cómo se llamaba quién? ―preguntó Nanami, mirando a Naruto con la boca abierta y casi babeándose encima.

―Tu hámster ―dijo Naruto, extrañado.

―¿Qué hámster?

―Se llamaba Pepe ―salté yo.

Pepe era el mejor nombre que se me había ocurrido, no juzguen.

―¿Qué hámster se llamaba Pepe? ―preguntó Nanami, medio saliendo de su ensoñación y cerrando la boca.

Mi amiga no era muy inteligente que digamos.

Viviendo con ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora