Una historia romántica sobre encontrar el amor mientras pasas de la etapa adolescente a joven adulto, sobre arte, amigos, conflictos y encontrarse a uno mismo.
NOTAS:
👉🏽Esta historia puede contener un tipo de lenguaje alto , y palabras mas usadas...
Iba a ser un viernes divertido, pensé que me había librado de Lydia con esa locura que tenía de enseñarme a patinar ¡eso es de niñas! Pero no, ahora vamos en camino al parque Green Lake de Seattle en el pequeño escarabajo rojo que Lydia tiene como carro. Será mejor buscar el lado bueno, una tarde entera conviviendo con la hermosa Lydia McCuare.
-Primero vamos a llegar a comprar tus patines.
-Los voy a alquilar, no volveré a usar eso- dije seguro, después pensé en que podía usarlo como excusa para salir con Lydia y me retracté- o bueno tienes razón, mejor los compro.
Sonrió y asintió con la cabeza. Me llevó a una tienda especial de patinaje de todo tipo, escogí los patines que se vieran lo mas masculinos posible, eran de cuatro ruedas en línea, rojos con gris y toscos.
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Ahora sí ya vamos hacia el parque. Lydia sonrió e hizo una melodía con la boca pegándole al volante con las manos- Ya quiero llegar –dijo sonriendo.
Sonreí- ¿Tanto ansías estar conmigo? Vivimos donde mismo Lydia podemos estar juntos cuando quieras, tú solo dilo.
-Si eso aumenta tu ego sigue creyéndolo
Reí un poco y decidí no responder.
-Que empiece la función- dijo ansiosa bajando del auto.
Rodé los ojos, suspiré y bajé. Busqué a Lydia con la mirada y la vi sentada en una de esas bancas verdes poniéndose sus patines, caminé hacia ella e hice lo mismo.
-Ya en serio ¿nunca has patinado?
-Tal vez alguna vez lo intenté pero no soy bueno en todo eso- admití
Sonrió- Ya veremos- dijo parándose
Hice lo mismo tratando de equilibrarme- No creo que sea buena idea.
-Algún día tenias que aprender.
-No, esto no es para nada necesario.
-Shh, patina hacia acá –dijo moviéndose junto a un árbol que no estaba tan cerca
Entre cerré los ojos- No sé hacerlo
Rió- Trata de caminar
Torcí la boca y "caminé" hacia ella muy lento.
-Eso...-dijo sosteniendo mis brazos y ayudándome a tocar el árbol- ahora empezaremos, no estoy muy segura por donde pero...-esperó un momento y miró todo el parque- iremos por este camino plano y después bajaremos por allá –dijo señalando un especie de camino hacia abajo.
-Oye pero primero tienes que decirme cómo hacerlo –grité porque ya había avanzado
-¿Qué dices? No escucho nada –gritó, ya podía sentir su gran sonrisa
