—pues ahora "mejores amiguitos", vamos a entrar, así que daos prisa.

Cuando Izuku logró averiguar lo que era que iban a hacer y por qué, casi se le cae la boca al suelo.

Una cita.

Una cita allí.

A ver, no es que se estuviera quejando. El traje militar, de color verde oscuro y las botas negras de cuero le quedaban irresistibles a ________, pero cuando pensaba en una cita no le venía justamente a la mente una partida de paintball.

Una jodida partida de paintball.

De aquella forma fue como se vio corriendo por el bosque a media mañana, amenazado por cuatro personas que escondidas disparaban a diestra y siniestra.

Uraraka lo arrastró tirándole de la manga del traje y lo hizo sentarse tras un barril manchado de múltiples colores.

—ni se te ocurra hacer ruido— le amenazó susurrando —creo que los hemos despistado.

—necesito respirar— se quejó cansado —voy a morir.

—si no nos movemos de aquí podremos quedarnos— ochako se sentó junto a él, revisando la mirilla de su arma —oye yo no sé que le ves a  ________, está loca por invitarte a una cita aquí.

—yo tampoco sé lo que le veo— murmuró mirando al cielo —supongo que soy masoquista, pero no pienso quejarme de ella.

A solo unos metros de ellos tú recargabas tu cargamento.

—están allí— aseguraste señalando con tu cabeza —dos tiros y a tomar viento.

—relájate— te pidió —has vaciado dos cargadores enteros en ellos dos.

—¿y qué?

—pues que vas como loca pegándola tiros a tu novio y a su mejor amiga.

—¡déjame ya!

apuntaste con el fusil hacia su pierna, sin ningún tipo de miedo y sin si quiera pensar disparaste. el bicolor frunció su ceño y con la misma velocidad dio un tiro también, sobre tu hombro.

—¿¡pero qué haces!?— te quejaste sacudiéndote el uniforme —¡me acabas de disparar!

—¡tú lo has hecho antes!

Un pequeño balín de pintura morada se estampó contra el árbol en el que os escondiais. Todoroki, por puro reflejo te hizo a un lado, haciendo que casi te estamparas contra una de las ramas más bajas.

—¡mira que tienes mala punteria!— se quejó una voz divertida.

—¡esta mañana en la ducha no decías lo mismo!

Shoto apretó una de tus muñecas y tironeó para sacarte de allí mientras Dabi soltaba una escandalosa risotada. Al oír aquello Uraraka y Midoriya salieron también de sus escondites, siendo la chica la única que recibió un tiro en uno de sus costados.

No tuviste tiempo para celebrar el acierto, te viste obligada a lanzarte al suelo cuando Todoroki te empujó y se ofreció como distracción para que te escurrieras entre los arbustos. Se escuchaban muchos disparos, también risas y respiraciones aceleradas.

Entre los matojos poco y nada se podía ver, todo parecía alejarse de ti y en poco rato el silencio te acompañaba. No había rastro de Takami, ni de Dabi, tampoco de Midoriya y mucho menos de Shoto.

"perfecto, sola" pensaste hacia tus adentros, revisando el cargador de tu fusil.

Ochako ya había caído, aquello era al fin y al cabo una ventaja, ya que ahora Deku andaría por ahí solo.

una Bakugo// Midoriya izuku x lectoraTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon