una Bakugo// Midoriya izuku x lectora

Cap:9

Aquella había sido sin duda alguna la peor noche de tu vida.

durante las primeras horas pudiste escuchar como Izuku daba vueltas sobre si mismo en el colchón, enroscándose sin querer en las sabanas para luego destaparse y mirar al techo.

cerca de las tres de la mañana, lo que simplemente eran vueltas sobre su persona empezó a decorarse con una respiración irregular y agitada y después jurarías haber escuchado sollozos.

escucharlo intentar ahogar las lagrimas en la almohada que mordía te había partido el alma durante minutos o horas.

en ningún momento de la noche tuviste el coraje suficiente para darte la vuelta y verlo, porque tenías más que claro que si en algún momento lo veías a los ojos, no soportarías el nudo de tu garganta y explotarías en llanto.

por la mañana ninguno de los dos había dormido, Katsuki salió a trotar y le dijo al pecoso que se veía fatal, a lo que Midoriya respondió con que solo había tenido pesadillas y que no se preocupara.

cuando Izuku salió del cuarto para poner su mejor sonrisa falsa y hacer como que todo estaba bien, tú te quedaste ahí tirada, preguntándote un millón de veces por qué te habías quedado sin hacer nada.

y eso lo odiabas, porque lo habías tenido delante de tus narices y no habías hecho absolutamente nada. 

puede que fuera remordimiento, rabia o solamente enfado, pero en tu pecho había algo que no te gustaba nada. 

en el día anterior, cuando entendiste lo que había pasado te odiaste, mucho, y ahora también te odiabas, pero como mínimo ya habías asumido la culpa que te echabas.

en si era un malentendido, uno de los grandes, también meteduras de pata de tu parte y sobre todo mucha cobardía por no atreverte a hablarlo cara a cara.

muchas veces habías pensado que aquel orgullo que tenías tan fuerte estaba hecho para que pudieras excusarte de las cosas que no te atrevías a hacer. por que si no querías declararte solo hacía falta decir que era el orgullo, si no querías hablar cara a cara con Midoriya solo debías decir que era por el orgullo. pero ahora esa excusa no valía, por que era algo serio que se debía solucionar. 

bajaste al salón decidida, dándote ánimos mentalmente para atreverte a hablar con él, pero en cuanto pusiste los pies en el primer piso Midoriya subió al segundo.

— buenos días dormilona— te saludó tu padre con su natural sonrisa mañanera.

—si, buenos días— respondiste desanimada.

—¿que te pasa? tienes mala cara— dijo el mayor, mientras tu te dirigías a la nevera a por algo de comer.

—dormí mal... nada más.

a cada minuto del día te encontrabas más desanimada, por que todos tus intentos por hablar se reducían a compartir sala un máximo de diez segundos antes de que el pecoso cambiara de sala. 

Katsuki intentó molestarte con sus provocaciones fáciles, pero no estabas para idioteces y solo lo ignoraste, confundiéndolo bastante. 

 Katsuki no tenía ni idea de que mierda pasaba. bueno, en realidad si, por que en el día anterior hubo una pequeña pelea, pero más allá de allí ni idea.

ni Deku respondía a sus amenazas, ni la enana le daba bola para molestarla, ¿que mierda les pasaba?

— oi Deku, vamos a dar un paseo— ordenó calzándose sus deportivas.

—no tengo ganas de pasear— suspiró Izuku.

—pero es que no te he preguntado si tienes ganas— espetó— vamos a salir quieras o no quieras, a mi no me jodas.