XVI

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Miró al reloj notando solo borrones, entrecerró sus ojos enfocando y dando un respingo cuando vio que faltaba poco para ser la una de la tarde.

- Oh, tranquilo. Tómalo con calma.- dijo divertida una voz suave y femenina proveniente de la cocina. Inmediatamente el rico aroma a café mezclado con especies del desayuno le inundó.- Dormiste bastante bien.

- Lo siento...- apenado rascó su nuca volviendo a sentarse, permaneciendo con los ojos cerrados, aguardando a que el pequeño mareo por haberse levantado de golpe se pasase.

- ¿Tienes apetito?

Jungkook asintió caminando a la cocina para ofrecerle ayuda; recibió una bandeja con un apetitoso desayuno el cual pidió que dejase con Jimin.

Con dificultad logró abrir la puerta encontrándolo de espaldas y acurrucándose a sí mismo, sin mantas cubriéndole el cuerpo.

Se dispuso a dejar la bandeja sobre la mesa de noche y sentarse lentamente sobre la cama, colocando su mano sobre el costado del peli azul, frotando para comenzar a despertarlo.

- Jimin.- susurró.- Es tarde ya, dormilón.

- Hmh...

- Traje el desayuno.

- Gracias...- apenas pudo entender por su voz fundiéndose en la almohada.

- Jimin, arriba.

Al ver que sería imposible, lo tomó de sus tobillos y arrastró por la cama obligándolo a abrir los ojos y sacándole un susto. Luego de regalarle una mirada de falso enojo, se dispuso a volver a acomodarse, mirando al techo.

El castaño se recostó a lado de él, recostando su cabeza sobre sus manos. Sus ojos permanecieron cerrados y con la mente en blanco. Incluso cuando sintió leves caricias sobre su esponjado y largo cabello, solo se inmutó a inclinarse hacia la atención mientras levemente sonreía.

- El último en llegar, lava los platos.- susurró antes de salir cómo alma que lleva el diablo, con Jungkook persiguiéndole con la bandeja nuevamente en manos.

- Jimin, buenos días.- saludó Yang, terminando por poner el último plato en el comedor.

- No tenía porqué molestarse.

- No es nada. Muy a menudo tengo visitas.- dijo con con notoria decepción, tomando un bocado.

El destino había terminado, sin embargo, el plato del papá de Taehyung estaba casi intacto, su mejor escusa fue decir "tengo demasiado trabajo".

Más tarde, luego de una pequeña charla mientras se encargaban de asear la casa, Jimin se dispuso a limpiar un poco la habitación de Tae, hasta que el atardecer comenzaba a asomarse por la ventana y la luz naranja iluminaba el rostro de Jeon en apenas una pincelada mientras leía.

Tomó asiento en la orilla de la cama, apoyando su mano sobre la rodilla del castaño, mirando sin expresión la pieza.

- ¿Has terminado?

- Parece que sí...- palmeó la pierna ajena, incorporándose de nuevo pero siendo detenido por Jungkook sujetando la manga de su sudadera.

- ¿Podemos salir?

- Vamos a salir. Tenemos que tomar el tren.

- No.

- ¿No?

- Sí pero no.- rascó su nuca nervioso, mirando a Jimin ladear la cabeza y mirarlo con confusión.- Salir... los dos y ver el atardecer.

- Como una...

Mi Amigo Tourette | JikookminWhere stories live. Discover now