XIV

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La canción les dará sentimiento unu

•••
— Su pulso es débil, inestable.

— ¿Podemos entrar?— preguntó Jeon con un hilo de voz, mirando por encima del hombro del hombre entrado en años, divisando a Taehyung agotado tendido en la cama.

El doctor asintió haciéndose a un lado. Jungkook alejó a Jimin de su cuerpo, para que se adelantase y cuando tuvo el primer pie dentro de la habitación, se posicionó frente al doctor, sorbiendo su nariz antes de hablar.

— ¿Qué pasará ahora?

— Chico, él no resistirá mucho. Su corazón tiene taquicardia y a veces se detiene momentáneamente. Le es difícil respirar y su cuerpo apenas acepta los sueros. Lo siento...

Jungkook bajó la mirada y al sentir las lágrimas crearse en sus ojos, volteó a ver a Jimin; con los codos sobre la cama y sosteniendo la mano de Taehyung, besando el dorso de ésta.

Sintió un cálido apretón en su hombro que llamó su atención a colocarse de nuevo sobre el médico, quien comenzaba a alejarse para darle espacio.

Sentado en el interior de la habitación, al pie de la cama, jugueteando con los botones del abrigo de Jimin, se limitó a guardar silencio sabiendo que nada podría consolar al más bajo o mejorar el estado de Kim.

[...]

Quizá fueron horas que se sintieron como una eternidad cuando por fin sus ojos se abrían; nublados y pesados.

Todo viéndose brillante y en luces de colores por permanecer cerrados un largo tiempo. El frío asentándose y calándose hasta sus huesos, la manta ya no era suficiente.

Sentía la garganta seca y dolida, sus labios rotos y pálidos.

Sentado en el sillón pudo ver a Jeon mirando a la nada, con la mandíbula tensa y las mejillas brillando; teniendo encima la tenue luz de la luna colándose por la ventana en donde apenas ayer veía con claridad las estrellas.

A su lado seguía Jimin, con la cabeza entre sus brazos, durmiendo serenamente. Sonrió apenas, quejándose silenciosamente por el dolor punzante que sintió cuando sus labios se estiraron, agrietándose.

Pasó su mano enredando sus dedos con los cabellos de Jimin, acariciándole de forma sutil, sin el afán de despertarlo, solo cubriendo la necesidad de reconfortarlo porque sabía que aunque él mismo intentará mostrarse bien, sonriendo a cada segundo, no era suficiente para que su mejor amigo guardara la calma.

— Despertaste...— se sobresaltó por segundos, llamando la atención de Jungkook.

— Soy fuerte.— dijo con la voz ronca y con los ojos pesándole.

— Llamaré a un enfermero.

Salió rápido de la habitación, llamando al primero que tuvo al frente.

— Hola Taehyung, es hora de revisión.— anuncia entusiasmado, revisando el nuevo suero que esperaba no fuera rechazado.

— ¡Qué emoción!— respondió cansado, elevando los brazos como si estuviese celebrando.

— Aprieta mi dedo... Eso es. ¿Tienes hambre?

— No, estoy bien.

— Que bueno, traeré un gran platillo enseguida.— dijo con sarcasmo, saliendo de la habitación y volviendo con una bandeja que solo revolvió el estómago de Taehyung.— Joven Jimin, debe comerlo todo.

— De acuerdo.

— Delicioso, Jungkook ¿Quieres probar?

Jungkook se negó rotundamente a probar algo de aquella bandeja, solo tomó el tenedor con un bocado, dispuesto a alimentar a Kim.

— ¿Hablaste con Yoon?

— En la mañana, quizá ahora esté en casa...

— Yo no estaría tan seguro.— interrumpió Tae, mirando a la puerta mientras masticaba y saludaba con la mano.

— ¡Hola!— saludó animada yendo a abrazarlo y robar un trozo de frutilla.

Abrazó a Jimin, preguntando si necesitaba algo a lo que el chico negaba. Continuaron hablando de cosas triviales, mientras Taehyung seguía comiendo a su paso, observandolos reír y pensando en lo mucho que los extrañaría, a pesar de apenas conocer a los nuevos amigos de Jimin, les había tomado cariño con tan solo saber de ellos por las largas charlas que pasaba con Park por las tardes.

— Jimin...— llamó dejando el plato de nuevo a la mesita. Sintiendo un sabor amargo en su garganta y las arcadas viniendo una tras otra.— Jimin.

Cuando por fin escucharon sus susurros, le acercó la bandeja, sentándose a su lado y frotando su espalda mientras vomitaba lo poco que había comido con esfuerzo.

— Ya pasó...— susurraba limpiando las comisuras de sus labios. Con Jungkook alejando la mesita con su comida, le ayudó a recostarse nuevamente, con la cabeza punzándole.

Luego de unos segundos, el mismo enfermero ingresó pidiendo espacio y dejando que solo uno permaneciera en la triste habitación.

— ¿Crees que mejore?— preguntó Yoon una vez afuera, rodeando la cintura de Jungkook con fuerza. El castaño negó abrazándola por el hombro y llevándola a la sala de espera.— Existen milagros en medicina...

— Lo sé... En verdad lo sé.— susurró con las esperanzas cayendo una tras otra.

Jimin terminaba de mirarse al espejo, lavando su rostro una y otra vez buscando bajar la hinchazón por el llanto. Del otro lado, en la habitación, Taehyung estaba siendo alistado con más mantas para dormir.

— Cualquier cosa, debes presionar el botón rojo, a lado de la cama.— le indicó la enfermera antes de salir y desearle las buenas noches.

Sin decir nada más, se despojó de sus zapatos y se recostó a lado de Taehyung quién apenas y le sonreía haciendo el esfuerzo por moverse y hacerle más espacio en la cama. Jimin le dejó usar su brazo de almohada ayudándolo a cubrir su cuerpo hasta el cuello, intentando calmar sus leves escalofríos.

— Jimin.

— ¿Sí?— besó su sien, haciéndole saber que tenía su atención.

— Déjame ir.— susurró utilizando sus fuerzas para mirarle.— No permitas que siga con esto. Apenas y puedo respirar por mi cuenta. Si mi corazón vuelve a detenerse, déjame ir y déjame saber cuánto me quieres también...

Jimin le miró apretando los labios por unos segundos, y asintió ante la mirada y el tirón suplicante de Taehyung en su abrigo. Lentamente atrajo su cabeza a su pecho, sujetándolo con más fuerza que antes.

— Recuerda que te amo, Jiminie.

— También te amo.

— ¿Puedes hacerme un favor?

— Cuantos quieras.

— Quizá sea más de uno.— rió, deteniéndose de inmediato con un ataque doloroso de tos.— Dile a Hoseok que le quiero, merece saberlo, pero sé sutil con él, por favor. Haz lo mismo con mis padres; recuérdales que siempre estaré ahí. Mi abuela, cuida de ella y evita que derrame más lágrimas de lo normal. Y tú... No dejes que esto te consuma, eres mi mejor amigo, mi alma gemela y lo que menos quiero es saber que me iré y te dejaré herido....

— Suena a una despedida.— dijo en un hilo de voz, acercándose a su frente para depositar un par de besos cálidos.

—... No tenemos prometido un mañana. Oh, y por favor; sé feliz por él, por Jungkook.

Mi Amigo Tourette | JikookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora