—Eres una gran persona, Shin. —Sonrió. —Espero que encuentres a alguien que te corresponda, te presentaría a Dai Na pero tiene algo con Jiang Chen así que no puede.
Reímos de nuevo y seguimos hablando sobre varias cosas durante un rato hasta que veo el reloj que daba la hora en la que casi siempre llegábamos de clases.
—Shin debo pedirte un favor. —Lo miro sería.
—Dime, Soobin.
—Por favor no le cuentes a mis amigos y menos a Daoming Si sobre lo que me paso. —El iba a decir algo pero lo calle porque comencé a hablar de nuevo. —No me pasara nada, te lo prometo.
—Esta bien. —Suspira.
🍼
—¡¿Como es posible que te vayas sin avisarme y te encuentro aquí en tu casa con el tipo ese?! —Se queja Daoming Si por décima vez.
Justo cuando le había dicho a Shin que no dijera nada sobre lo que pasó, mis amigos y Daoming Si entraron a la casa y este último se puso como loco a quejarse mientras mis amigos y Shin reían porque parecía un niño y tuve que llevarlo a mi habitación para que no fuera a pelear.
—Ya te dije que me lo encontré y me ayudo porque me andaba cayendo con Na Haeun porque el bolso pesa mucho. —Puse los ojos en blanco.
—Eso no quita que me dejaste con la loca Yuanzi y te fuiste sin decirme nada ¡¿Que tal si te pasaba algo?!
Si tan solo supieras...
—¡No paso nada, Daoming Si! —Estalle y lo mire. —No soy tan tonta y tu estabas muy a gusto con la loca Yuanzi.
—¡Tu sabes que yo no la quiero a ella, solo es un compromiso arreglado y mi madre ya esta haciendo todo para romperlo!
—¡Pero no debes dejar que te toque! —Me cruce de brazos.
—¿Acaso quieres que la aviente cada vez que se me acerque o que?
—¡Si! —Chille celosa.
—Awwww estas celosa. —Dice sonriendo pero luego desaparece su sonrisa. —Espera... ¡¿por que tu puedes ponerte celosa de Yuanzi y yo no de Shin?!
—Porque solo somos amigos. —Suspire frustrada.
—Eso no decían las sonrisas de ustedes cuando hablaban. —se sienta en mi cama y se cruza de brazos sin mirarme.
—Solo hablábamos de Na Haeun. —le dije mientras me sentaba a su lado y tomaba su mano pero ni volteo a mirarme. —¿No me hablaras?
Apreté su mano para que contestar a pero este no dijo nada y suspire cansada.
—Bueno si no quieres hablar, yo te haré hablar.
Empecé a darle pequeños besos por el cuello y este al instante se estremeció y comenzó a ponerse nervioso.
—Soobin...
—¿Ahora si me vas a hablar, Daoming Si? —Reí mientras aún tenía mi cara en su cuello.
—Si sigues haciendo eso te arrepentirás. —Dijo alejándome de el y sentándome en sus piernas.
—Yo no hice nada, tu eres el pervertido que apenas y te doy un beso en el cuello y te pones más nervioso que yo. —Reí de nuevo pero este me cayo dándome un beso rápidamente. —Alto ahí... —Me separe de él. —Sabes que si me tocas un cabello mi papá te meterá en la cárcel.
—Como si el no hiciera lo mismo ¿Como crees que tu naciste? ¿Por medio del espíritu santo o que?
—¡Gracias! Ahora nunca podré tener relaciones sexuales sin pensar en que mis padres lo hacen. —Dije asqueada al imaginar eso.
—Es normal, amor. —Beso mi cuello y yo mordi mi labio.
—Tu madre también hizo lo mismo con tu padre. —Le recordé.
—¡Soobin! Acabas de arruinar todo por decir eso. —Chilló.
—Eso te pasa por decir lo de mis padres. —Sonreí al ver su cara.
—Nunca podré tener mi primera vez. —Lloriqueo como un niño.
—¿Quien pensaría que el gran Daoming Si es virgen pero ha salido con muchas chicas? Seria una gran noticia para la universidad. —Dije maliciosa.
—Tu no te atreverías... —Dijo serio y rápidamente me acostó en la cama. —Además eso ya no será verdad, cariño...
—¡¿Espera que?! —Dije sorprendida pero fui callada por la boca de Daoming Si.
Debí mejor quedarme callada...
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