Tomo 2 Capitulo 10-56

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Sonrió al ver el mensaje de su hija, el cual contesto de inmediato respondiéndole que ya le contaría al día siguiente. Ahora se disponía a comer algo con Kakeru el cual oyó en la cocina, sonrió al verse a sí misma, como no se imaginó— ¿Quieres que te ayude?

—Ya casi está listo, espero que te guste

—Hubiéramos pedido algo de comer —dijo mientras se volvía a recoger el cabello sonriendo sutil, sonrojada al recordar lo sucedido.

—Nada de eso —salió de la cocina con una charola— estoy feliz de poder cocinar para ti

—Gracias —sonrió al volver a acomodarse la camisa de pijama acercándose al comedor— veo que ya tenías todo hecho para la mudanza

—Sí, mañana se iban a llevar las cajas. Quizás no es mucho, pero espero te guste el ramen y las croquetas de pulpo

Sonrió tomando asiento— Gracias, seguro estarán deliciosas, Kakeru ¿estás seguro de que quieres renunciar a tu sueño? te has esforzado mucho y ahora tienes una gran oportunidad

—Sí, porque quiero estar contigo y si nos fuéramos a Estados Unidos no sé si podre darte la atención que mereces

—¿Que pasara con el puesto que te ofrecieron? me dijiste que ya presentaste la renuncia en la escuela

Suspiró— Quizás se lo den a Himeko

—Kakeru has hecho mucho por ese puesto, no quiero que renuncies a él —dijo tomando su mano.

— ¿Pero y tú? —Presionando su mano— no quiero alejarte de tu hija y además que adoras dar clases y yo no quiero estar lejos de ti

—Kakeru, yo quiero estar contigo y no quiero dejar a mi hija, al menos no por una relación que a ella no le dé seguridad de que seré feliz

—Yo quiero hacerte feliz Kakyu te amo y ahora menos que nunca quiero dejarte, estoy dispuesto a sacrificarlo todo por ti

—¿Que pasara ahora entre nosotros?

Se acercó a ella— Aquí o allá quiero estar a tu lado y quizás sea muy pronto pero no habrá mejor momento que este para pedirte que seas mi esposa

—Kakeru... —lo miró fijamente— ¿estás seguro?

—Sí, tu eres la mujer que amo y ahora que nos hemos unido no estoy dispuesto a perderte

Sonrió sonrojada, con lágrimas en los ojos asintiendo— Si Kakeru, quiero ser tu esposa

La abrazó hacia él— Te hare dichosa mi amada Kakyu la flor más hermosa del universo

—Kakeru te quiero. Gracias por darme esta felicidad y hacerme sentir de nuevo mujer

—Lo hare cada día de mi vida, pero entonces ahora debemos decidir si nos iremos o nos quedaremos

—Hotaru se ira a Inglaterra a estudiar, aun si nos quedáramos mi hija se ira

—El concurso es en pocos días ¿nos es así?

—Sí, estoy segura de que ganara esa beca, Kakeru ¿puedo quedarme aquí hasta que ella se marche?

—Claro que sí, mientras tanto yo buscare un buen lugar para los dos. Kakyu quiero casarme contigo cuanto antes y para ello debo pedir tu mano

—¿Pedir mi mano? —sonrió confundida.

—Si tengo que pedir el consentimiento de tu hija

Sonrió divertida— Ay Kakeru, estoy segura de que mi hija dirá que sí, ella me trajo hasta aquí

Custodios del AmorWhere stories live. Discover now