Custodios del Amor

Capítulo 41

Capítulo 41

p.d. incluye lemon

— ¿Embarazada? —sonrió sintiéndose sumamente feliz abrazándola— Serena eso es maravilloso

—Estoy esperando un hijo de Seiya, un hijo —sonrió abrazándola con fuerza derramando algunas lágrimas de felicidad.

La abrazó con más fuerza— Eso hay que celebrarlo hermanita

Asintió— Ahora entiendo porque tenía tantos antojos —se separó de su hermana sonriéndole.

—Y el porqué de tu humor tan cambiante y el desmayo era por el bebé

Sonrió acariciando su vientre— Ya se me hacía raro que llorara por todo

—Bueno entonces Seiya debe saberlo —separándose de ella sonriéndole— seguro se pondrá feliz

—Aún no, quiero hablar con él primero y si aún se quiere casar conmigo seré aún más feliz, pero si no, no pienso hacerlo, aunque me lo pida después de que se entere que estoy embarazada

—Te apoyare Serena

Sonrió sutil— Gracias hermanita, ahora quizá quieras que vayamos por una deliciosa malteada de chocolate

—Me parece bien, vamos entonces por una malteada

—Sí, una malteada y un pastel de chocolate —sonrió sintiéndose totalmente feliz.

—Sí que andas de antojo hermanita

Sonrió aún más— Consentiré a mi bebé, con razón tenía ganas de pizza en todo momento

—No vayas a engordar más de la cuenta con tanta pizza

Negó aun con esa sonrisa— Me cuidare mucho y cuidare de mi bebé, entonces vamos por esa malteada

—Vamos te hará muy bien —murmuró sintiéndose más tranquila y relajada.

—Después iré por algunas cosas a la casa para poder irme a la playa

—Me parece ya todo está listo para tu llegada

—¿De verdad? —sonrió sutil— que rápida y ¿Darien ha hablado con Seiya?

—Si ya hablo con él hace un rato, ahora debe estar en la entrevista que le iban hacer

Sintió nuevamente aquella opresión en el pecho al pensar en él ¿y si ya no quería casarse con ella? ¿tendría el valor suficiente para alejarse de él? —Entiendo ¿sabe en dónde está?

—Mmm está en Tokio —murmuró pensativa— dice que tendría un par de entrevistas, una presentación y una firma de autógrafos

Instintivamente saco su celular para ver si tenía alguna llamada perdida o algún mensaje de Seiya y no había nada lo cual no le hacía sentir mejor— Debe estar muy ocupado. En fin, unos días lejos de él me harán bien

—Si tienes mucho que analizar y pensar, sobre todo ahora que esperas un bebé

—Si —volvió a sonreír tras guardar su celular— creo que tengo mucho que platicar contigo, aun me parece un sueño

—Anda vamos disfrutemos esta tarde, anímate ¿sí? no me gusta verte triste

—Está bien, vayamos por esa malteada —sonrió abrazándose de su hermana— gracias Haru, por estar conmigo

—Siempre lo estaré hermanita —abrazándola para salir con ella de la clínica.

—Lo sé, te quiero Haru, bueno vamos por la malteada y ahora quiero papas fritas