Capitulo 9

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Luna le había pedido que preparara el auto ya que saldrían, aunque aún no sabía a donde, se sorprendió cuando la vio salir un tanto formal para su estilo acercándose a ella— Se...señorita ¿a dónde iremos? —murmuró sin despegar la mirada de ella.

—A la oficina —le sonrió sutil— hoy me toca hacer de dueña

— ¿Y eso a que se debe si se puede saber? —abrió la puerta del auto trasera.

—Haru no se siente bien y alguien tiene que estar en una junta, así que voy yo en su representación —volteo a verlo antes de subir— no me dejaras en ningún momento ¿verdad?

—No para nada señorita, estaré a su lado

Sonrió mirándolo fijamente— Gracias. Bueno vamos se nos hace tarde y Haru me mata si se entera

Asintió dedicándole una ligera sonrisa— Vamos señorita, suba al auto

Subió al auto de prisa. Se sentía tan extraña vestida con tanta formalidad, pero bueno quizá era tiempo de comenzar a experimentar el trabajar en la empresa. Al subir saco algunas hojas de la carpeta comenzando a leerlas, al menos debía saber de qué se trataría esa tan importante junta.

Subió al auto observándola de reojo, tan seria y concentrada mientras leía aquellas hojas. Algo poco común en ella, pero sin duda algo que la hacía lucir aún más hermosa.

Cerró los ojos repasando mentalmente aquellos párrafos que Haruka había subrayado, aunque no entendía mucho sobre el tema, pero sabía que si su hermana los marcó era por algo. Por lo general era segura de sí misma, pero en ese instante sentía revuelto el estómago y los nervios a flor de piel.

—Respira profundo —murmuró mientras conducía— piensa que compraras ropa debes ver que propuesto u opinión es la que mejor conviene a la empresa

Abrió los ojos mirándolo con una sutil sonrisa— ¿De compras? entonces posiblemente vayamos a la quiebra

—Sí pero no compras algo que no te quede o que no te guste compras cosas que te hacen lucir hermosa y te hacen brillar

Se sonrojo sonriendo sutil— ¿Crees que lo hare bien? estoy muy nerviosa. Haru nunca me ha querido traer y no sé cómo comportarme o que debo hacer

—Sabrás hacerlo bien. Solo debes guardar compostura y seriedad. Hacerte escuchar y para eso tu eres experta —guiño un ojo.

Sonrió aún más sonrojada— Te podría besar ahora mismo, pero uno estas conduciendo y dos no quiero que te vean con el rojo de mi labial en tus labios

—Entonces esperare hasta la noche, en la torre

Desvió la mirada hacia sus documentos volviendo a comenzar a leerlos— Es una cita...

Asintió sin decir nada, mientras seguía conduciendo.

Aun pese a que Seiya creía que lo haría bien se sentía aun nerviosa. A algunos de los socios ya los conocía, pero no a todos los cuales no sabía que actitud tendrían para ella. Mientras siguió estudiando aquellos papeles, cuando menos se dio cuenta ya se encontraban a las puertas de un alto e imponente edificio. Respiró profundamente y espero a que Seiya abriera la puerta para bajar, debía demostrar que además de todo era una digna hija de sus padres— No te separes de mi por favor

—Como ordene señorita —murmuró ayudándola a bajar, para segura dos pasos detrás de ella.

Camino un tanto seria, más bien nerviosa y sentía que se maneaba con esa falda entubada y los tacones de los cuales solo escuchaba el ruido al caminar. Haruka le dijo que fuera formal mas no que fuera aburrida. Camino hasta la sala de juntas o donde recordaba le había dicho Haruka una vez que había ido por ella para cenar juntas, respiró profundamente abriendo la puerta— Buenos días... —saludo sonriendo amable a los presentes.

Custodios del AmorWhere stories live. Discover now