FOREVER BESIDE YOU 「Libro#3」

#Capitulo 57*

Mack's pov

La vida es tan incierta y confusa. Puedes tener claro muchas cosas pero a la vez puedes desconocer muchas otras. 

A lo largo de mi vida he experimentado muchos momentos, buenos y malos, como toda persona; pero si me hubieran contado todo lo que tendría que pasar hace 5 años... jamás lo hubiera creído.

Desde pequeña tuve que aguantar muchas cosas por Heather, la que una vez quise como si en verdad fuera mi madre; lidié con la separación de ella y mi padre, y con la ausencia de él por varios años. Me enamoré, fuerte, tan fuerte y profundo de un chico que conocí casi todo mi vida.  Parecía una novela...hasta que la verdad me golpeo. 

Las personas suelen mentir prácticamente desde que empiezan a hablar y suelen justificarlas por el bien futuro. Mentiras piadosas, mentiras blandas. Mentiras necesarias.

El primer golpe de verdad  fue darme cuenta de cuan enamorada estaba de Luke Hemmings al mismo tiempo que intenté que mi hermano lo aceptara. Lo empezó a aceptar justo antes de que el segundo golpe de verdad me golpeara. Y entonces descubrí quien era mi verdadera madre, Hope

Se creyera o no, esa verdad no dolió como esperaba. Eso fue hasta el accidente. Ese golpe dolió.

Despertar después de dos años en coma no era una noticia que me alegrara. Dos malditos años desperdiciados en una maldita cama, viviendo gracias a una maldita maquina, causando dolor a mi padre y mi hermano... causando dolor a Luke. Otro golpe de culpa y verdad.

No mucho después de despertar de un coma, más problemas vinieron y junto a ellos, una de las principales personas causantes de mi desgraciado don por estar rodeada de verdades ocultas.

Kim Denovan fue una perra pero hasta ahora llegué a tenerle lástima.

Y vino el quinto golpe. Luke y Kim.

A este punto estaba tan cansada de las verdades que prefería que me mintieran. Luke lo hizo y me arrepentí de desear una mentira que no me doliera, a una verdad que me partiría en miles de pedazos.

¿Que pasó con el amor? ¿Donde quedó? ¿Y las promesas, los planes? ¿Fue mi culpa? ¿Fue su culpa? 

Respiro profundo mientras me trago las lágrimas aunque no creo haber llorado lo suficiente. El ascensor se abre y trago el nudo en mi garganta. Suelto la respiración y camino hacia la habitación 750 con cierta cobardía que me obligado a vencer cada día desde hace 1 mes aproximadamente cuando Brian salió de cuidados intensivos. No era cobardía a volver a mirarlo después de enterarme de que la persona que murió en el accidente que me dejó en coma fue su hermano mayor, Bruce.  Por muy culpable que me sintiera, la cobardía se inclinaba más hacia el terror que me causaban los hospitales.

¿Contaba todo eso como un sexto golpe? Tomándolo en cuenta, viene el séptimo.

Doy la vuelta en la esquina del pasillo y efectivamente, me encuentro con aquella mujer de ojos tan iguales a los míos que casi parecía irreal. 

−Mackenzie...− empieza como todos los días pero vuelvo a pasar de largo.

¿Puede doler más esto? 

− Debes dejar de insistir, jamás voy a perdonarte − negué con firmeza, mi voz saliendo dura y fuerte. Sus ojos se cristalizan y me obligo a misma a no gritarle muchas más cosas que me he guardado − Tú ocasionaste todo esto, Hope Morris − le acuso de frente. Su cuerpo se encoge − ¿O debería decirle Señora Denovan? − pregunto con ironía − Oh... ¡Ya sé! ¿Holly Adams? − me burlo con claro sarcasmo.

Ella intenta decir algo más pero abro la puerta y la cierro de golpe. Aprieto mis ojos tratando de controlar todas mis emociones. Son demasiadas que a veces siento que no puedo con ello.