Intento de chico popular (IDCP2)

Capitulo 10 (primera parte)

Debemos disimular, ¿no?

- ¡Pero mira quien es el bebé más guapo, pero míralo! – grito con voz de retrasada, esa que se le pone a los bebés – si es que estas para comerte – hago que le muerdo la tripita y el bebé comienza a reír como un desquiciado, me perfora los oídos – que pacha bebe presioso.

- Diablos… debería haberle pedido a tu padre el agua bendita aunque no me esperaba que un demonio te fuese a poseer, ¿Qué haces con el bebé? – me giro y le miro bizca para que desvíe la atención de lo ocurrido anteriormente. No sé disimular – sí… debería habérsela pedido, por cierto, ¿has visto mi cámara? La dejé en el escritorio.

- ¡No! – grita Will detrás de Calvin. Ahora que me fijo en él tiene sangre en la frente.

Corriendo le doy el bebé a Calvin que me mira sin comprender y me acerco a Will que asombrado me observa mientras le inspecciono la herida. Cuando le he lanzado contra el lavabo ha debido darse un buen golpe porque tiene una brecha.

¿Por qué tengo que ser tan violenta? ¡Le he hecho una jodida brecha en la frente!

- Mierda, mierda, ¡Joder me cago en la puta de oro! – Exclamo nerviosa al ver que sangra demasiado – Calvin encárgate del niño, nosotros nos vamos al hospital.

Cojo a Will del brazo y justo cuando estoy por salir por la puerta recuerdo la mochila con la cámara y sin soltar a Will voy hasta ella y me la cuelgo del brazo libre para luego coger las llaves que traía Calvin en las manos. Veo como me sigue con la mirada pero voy tan rápido que no le da tiempo a decir nada.

Cierro la puerta con fuerza y aunque sé que Will no se va a marear ni nada hago que se apoye en mí y caminamos juntos hasta el ascensor, por suerte este está vacío y bajamos sin problema.

Una vez en la calle todos se nos quedan mirando pero me importa bien poco, una se acostumbra a las miradas y sinceramente, ya no molestan, solo están ahí y las ignoras.

- ¿Por qué no vamos a la enfermería de aquí? – pregunta Will.

Me giro a mirarle y aunque sigue con una expresión neutra cada vez tiene la cara más llena de sangre. ¿Es posible sentirse como una mierda? Si deben darle puntos es por mi culpa. ¡Por mi maldita culpa!

- A esa mujer no te llevo, no sabe hacer nada y encima cada vez que vas te pone la excusa de mirarte la respiración pero solo para que te quites la camiseta, mejor te llevo al doctor hípster que es muy majo y hombre, por supuesto – digo enrabietada al recordar a la enfermera de pacotilla.

Escucho su risa y cuando vuelvo a mirarle me mira burlón. Molesta por su expresión le golpeo en la cabeza pero al escucharle quejarse me arrepiento, le acabo de dar en la herida, ¿puedo ser más tonta? Me estoy preocupando demasiado de todos modos.

Will es deportista, eso solo es un poco de sangre.

Al darme cuenta de todo le suelto el brazo y sigo andando junto a un Will desconcertado.

- No te enfades, Lily – pide Will acercándose aún más a mí – me gustas cuando te preocupas por mí.      

- Cierra la boca si no quieres tener un brazo roto aparte de la brecha de la cabeza – gruño tan alto que asusto a unas chicas que pasaban a nuestro lado.

Cuando llegamos al coche de Will, él me pasa las llaves. Mi abuela ahora deja que los alumnos metan sus coches en el aparcamiento, es suficientemente grande como para que entren todos por lo que Will se ha traído el suyo.

Como él está herido se tiene que sentar en el lado del copiloto y yo conduciendo.

- Jesusito que estás en los cielos, no me lleves tan pronto ahí arriba, aún no he podido escuchar todas las canciones que quería, sálvame de la conducción de Lily, ¡Ah, bruta! – exclama una vez le golpeo en el brazo con mucha fuerza - ¿por qué me pegas?