𝐅 𝐈 𝐑 𝐄|❝Podrás pedir millones de sueños, y se te podrán conceder todos. Pero yo siempre seré esa estrella fugaz que alumbrara tu caminar, tan cerca pero tan imposible.❞
Brooklyn Swan, melliza de Bella y su opuesto total, llega a Forks por su ma...
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❝There are three things that cannot be hidden, the sun, the moon and the truth.❞
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Mi caminar entre las pequeñas hojas que se encontraban en la reserva quileute, me tranquilizaban de mis nervios por la boda, habia decidido venir aquí porque hacía tiempo que no compartía momentos con la manada de Sam. Desde la fiesta de compromiso mi madre me habia estado llamando todas las noches y enviado mensajes de texto, a veces le respondía, sinceramente aun no la habia perdonado. Aquella noche que le estaba contando todo a Bella, los Cullen lo habían escuchado, y Esme me habia dado toda su comprensión, diciéndome que a veces las madres solían equivocarse, que no la juzgara tan duro, y obviamente la escuche.
Esme Cullen era la matriarca de una familia disfuncional de vampiros, tenía un amor y comprensión increíbles, contando el cómo miraba a Carslie, lo hacía feliz, y nos hacía felices a nosotros con todo lo que ella era. Y yo, estaba agradecida de haber vuelto a Forks y aceptar la invitación de Bella de ir a conocer a la familia de su marido, si eso no hubiera pasado, creo que jamás hubiera conocido a Jasper.
Alice me habia contado de su visión, ella me habia visto venir y se lo dijo a Jasper, le dijo que ya era momento de que ambos se separaran, y comenzaran nuevos caminos, que ella tenía un alma gemela al igual que él, y no eran ellos mismos. Por lo que anularon su matrimonio, y dieron comienzo a esta nueva pauta en la que yo entre, y Dorian claro está.
Voltee cuando el doblar de una rama tomo mi atención, Paul venia saliendo de un árbol mientras se abrochaba unos pantalones cortos, dejando a relucir su abdomen marcado.
-¿No tienes camisas?-pregunte irónica.
-¿Acaso mi marcado cuerpo te distrae?-bromeo.
-Lo tienes como chocolate, cuadrado y para lamberse-soltó una carcajada.
-Siempre eres bienvenida para hacerlo, pero estas comprometida.
-Gracias a Dios-dije mientras me sentaba con él a mi lado.
-Brook...-su voz de repente se apagó, dándole pauta a la seriedad absoluta.
-¿Qué sucede?
-Tengo que decirte algo, pero tengo miedo que al hacerlo se jodiera todo.
-Dilo, te prometo que nada cambiara.
El tomo aire y luego lo saco todo en un suspiro inevitable, se miraba un poco cansado y triste por respecto a lo que próximamente iba a decirme.
