Capítulo 5: Nuevo despertar

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Capítulo 5:

Nuevo despertar

Nuevo despertar

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Dess

Sentir el aire acariciar mis fosas nasales es vida. Es la sensación más agradable que se pueda experimentar, me dejo regocijar por esa sensación tan reconfortante, al mismo tiempo que una caricia... Susurros... Abro los ojos, la luz brillante me lastima un poco los ojos lo que me hace pestañear continuamente hasta adaptarme.

—¡Gracias al cielo! Está bien —escucho una exclamación eufórica, reconozco la voz como la de Anastasia. También hay algunas suaves palabras que la hacen silenciar.

—Si no se calman tendrán que abandonar la habitación —me sorprende un poco escuchar la voz de Geraldine llena de alivio.

Recorro la habitación con la mirada, es la acogida habitación de la enfermería el lugar en donde he pasado la mayor parte de mi tiempo aquí en la academia, la mayoría de las ocasiones termino aquí, en la misma camilla. Mis visitas a la enfermería son bastante constantes.

Todos mis amigos están aquí, no puedo creer que le hayan permitido permanecer a todos dentro de la habitación. La sonrisa de Anastasia parece no caberle en el rostro, sus rizos están alborotados y hay profundas ojeras por debajo de sus ojos, su sonrisa las disimula muy bien.

Ronald se ve cansado una media sonrisa se dibuja en sus labios mientras abraza a su novia por la cintura y descansa su cabeza sobre su hombro. Siento que algo en ellos no encaja, dejo de mirar sus rostros y me enfoco en sus cuerpos. Me incorporo de inmediato aun cuando un mareo me hace perder la visión por un par de segundos y un sobre-protector argel me susurra que no debo moverme con brusquedad, el único adulto en esta sala.

—Estoy bien, Geraldine —la tranquilizo.

Pone un par de almohadas en mi espalda y enfoco nuevamente mi vista sobre ellos dos, sus ropas son un desastre creo que hasta tienen manchas de sangre seca, rasguños... Rápidamente doy un vistazo a los demás. Karla, tiene el rostro arañado y una profunda herida en el brazo que no se ha dedicado a limpiar ni curar.

—Bueno no estaban solos —expresa como única explicación. Sus ojos parecen más grande de lo normal, y sus pupilas son de un color amarillento mezclado con motas marrones, su respiración es desigual. Es un poco impresionante verla aquí y que no se esté peleando con Romina—, y acabo de llegar. Me alegra que estés viva.

Se da la vuelta y sale de la habitación, cierra la puerta tras ella.

Romina está cruzada de brazos y con el ceño fruncido. Ahora soy yo la que da una tímida sonrisa, la vampira está muy enojada y tiene razón para estarlo. Di mi vida sin pensarlo, y estoy segura de que recibiré un buen sermón por mis decisiones. Sus ojos están inyectados de sangre, profundos y fríos. No me sorprende esa es su naturaleza, al igual que la de mi novio. En estos momentos no sabría decir quién de los dos está más enojado, sus caras reflejan lo mismo.

Celestial. Luz de Medianoche (libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora