Capítulo 23: Diablillos del infierno

2.1K 235 4
                                    

Capítulo 23:

Diablillos del infierno

Diablillos del infierno

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dess

—¿Por qué lo hiciste? —mi pregunta la hace alejar la vista de su reflejo en el lago.

Dina es un espectro de sí misma, su alma vaga por senderos oscuros arrastrando sus cadenas.

—Ya lo sabes. Lo has recordado todo, tu mente te ha llevado de regreso al pasado. Has cerrado el sello y me has condenado a esta existencia sin descanso —me reprocha.

Sus ojos han perdido todo ese bonito color marrón que permanece en mis recuerdos, ahora son solo dos agujeros negros. Una piel gris como el cadáver que nunca deseo ser.

—Tu misma te has condenado a este destino. El día en que entregaste tu alma por una vida eterna sobre la tierra accediste a llevar esas cadenas en tus manos —el lago le muestra mi reflejo, mis alas negras expuestas a mi espalda, una espada sujeta a mi cintura. Ella retrocede, se aleja de mí—. Tú me entregaste para que me asesinaran. ¿Qué ganaste con eso? ¿No te has puesto a pensar en todas esas vidas que consumiste? ¿No sientes culpa?

—¿Por qué ha de sentir culpa? Consumir sangre era mi naturaleza, saborearla hasta la última gota aceleraba mi aliento —dice con melancolía. Me parece impropio que pueda extrañar esa existencia impuesta por las tinieblas.

—Tú eras humana. Tu naturaleza no era vivir con el néctar de la muerte de otros. Ser un espectro vagante de este mundo es el resultado de tus decisiones y acciones. Nadie más es culpable, solo tú —digo sin poder expresar ningún tipo de sentimiento, no la odio, pero tampoco puedo apreciarla. Hace mucho que perdí a mi hermana. Mucho antes de estar muerta.

—Me abandonarás, ¿cierto? —dice con una súplica implícita. Ahí, parada frente a mí intentando mostrar a un ser despiadado se encuentra una niña asustada, temerosa del tiempo impreciso que vivirá.

—Tomamos caminos diferentes, hermana. Debo regresar, tengo un destino que cumplir al igual que tú—retomo mi andar de vuelta a mi cuerpo. Un sendero que he recorrido en más de una ocasión, y que ya no me produce tanto miedo como antes—. Me hubiera gustado que las cosas hubieran sido diferentes, Dina. Si te sirve de algo, te perdono.

Ella solo permanece de pie a un lado del lago, con la carga de sus dediciones. Emprendo mi viaje de regreso.

 Emprendo mi viaje de regreso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Celestial. Luz de Medianoche (libro 2)Where stories live. Discover now