Harry Styles es uno de los jóvenes músicos más influyentes de los últimos años, perteneciente a uno de los grupos musicales mas extraordinarios del mundo.
Madeleine Sawyer, una joven mujer recién graduada de la Universidad. Una chica común y corrie...
«Where you are is where I always want to be, anywhere as long as you are there with me. I will take you to the places I have seen Take my heart and run along 'Cause i'm running after you, and i'll do what I can do, And I'll do it all for you.. Anywhere that I'm with you is home»
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Un hogar. A salvo, tranquilo y amado. Así se sentía Harry con ella, nunca se había sentido de aquella manera, vulnerable y genuinamente enamorado de una persona en mucho tiempo. La primera vez que había experimentado algo parecido había sido a los 18 años, con un amor pasajero pero fuerte, en las cercanías de su hogar en Inglaterra. Después de aquello había tenido una que otra relación bonita, pero no lo suficiente como para compararlo con ese amor joven, ni mucho menos con el amor que sentía por Madeleine.
Él abrió los ojos cautelosamente, su celular vibrando en su costado lo había hecho despertarse. Con la mano que tenía libre estrujó sus ojos adaptándolos a la claridad del día, que a su criterio, había llegado muy pronto. Su otro brazo estaba bajo el cuerpo de Madeleine, envolviéndola alrededor de las costillas, su cabeza descansaba en el pecho desnudo de Harry al igual que su cabello castaño un poco enmarañado. Harry miró al techo de su habitación y sonrió con los ojos cerrados, una sonrisa somnolienta adornó su rostro que esa mañana parecía ser mucho más joven de lo que era. Se sentía afortunado y ansioso por los días que le esperaban, quería recompensarle a ella todos los días de ausencia, quería sorprenderla y hacerla sentir felizmente amada.
Él envolvió el cuerpo de Madeleine con su otro brazo, apegándola incluso, más a él. Besó su cabello y poco a poco ella empezó a moverse contra el cuerpo de él, una sonrisa se dibujó en su cara cuando intentó abrir los ojos y la luz del día la atacó haciendola cerrarlos de nuevo rápidamente. Se acurrucó más en la cama, esta vez pasando los brazos por encima del abdomen de Harry y abrazándolo como si este fuese una almohada, y sus piernas enrollándose en las de él, manifestando a parte del cariño y afecto, las fuertes ganas que no tenía de salir de la cama. Harry volvió a sentir el artilugio electrónico vibrar contra sus costillas, ya habían pasado cinco minutos, está vez la castaña también lo había sentido, y con mucha ternura giró su cabeza hacia arriba y abrió los ojos lentamente para regalarle una sonrisa boba a Harry.
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—Buenos días, amor.—habló Harry. Su voz era más grave de lo usual. Madeleine le depositó un pequeño beso cerca de la ave tatuada en su pecho. —Buenos días, cielo.—murmuró, con una sonrisa. Ella se incorporó un poco y se sentó en la cama—. ¿Qué hora es? Estoy exhausta.
Harry cogió el celular de entre las sábanas y le echó un vistazo rápido.
—Mmm.. las 07:00 de la mañana. —Santo Cristo, hemos dormido como tres horas.—Madeleine se llevó las manos a la cabeza. —Es hora de empacar, nuestro vuelo sale a las 12 de mediodía. ¿Estás lista?—Harry, preguntó contento, saliendo de la cama.
