Capítulo 15

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A la noche siguiente  Harry y ella fueron a Malibú, a una tienda que él había mandado a armar cerca de la casa de playa de su propiedad al llegar de viaje. Estaba formada por suaves y hermosas telas blancas y adentro igualmente, con cojines y almohadas acomodadas en una impecable posición, se había tomado la libertad de esparcir los pétalos de una rosa que pensaba regalarle pero que pensó le daría color a aquello. Había hecho todo eso para  pasar una noche que ninguno o al menos Madeleine no olvidaría a partir de ese momento.

—Así que, ¿Es éste tu lugar al que nadie ha venido contigo?—preguntó, mirando el interior de la tienda.
—Sí, lo es.—contestó Harry, con las manos detrás de su espalda.
—¿Y todo esto lo hiciste por mí?—preguntó Madeleine, incrédula. Harry sonrío de medio lado, caminó un poco mas hasta llegar a ella y besó su sien mientras rodeaba su cintura con su brazo.

—Sí, ¿Te gusta?—preguntó.

Madeleine se giró sobre sus talones y se puso en puntillas para alcanzar plenamente la boca de Harry.

—¡Me encanta!—susurró eufórica en sus labios.
—Solo.. No quiero que pienses mal. Yo no.. No es lo que parece ser, no quiero que te sientas presionada solo lo hice porque Malibú es uno de mis lugares secretos y favoritos, yo mmm.. Simplemente podríamos ya sabes, dormir y..
—¡Calla ya Styles!—murmuró contra su boca, con una enorme sonrisa.

Los brazos de Harry se sujetaron fuertemente detrás de la espalda de Madeleine y los de ella se aferraron a su cuello. Unió sus labios con los de él en un beso suave, largo y lo suficientemente tierno que Harry correspondió al instante, sus manos viajaron de la nuca de él hasta sus mejillas que fueron acariciadas una y otra vez mientras Madeleine lo veía con amor y confianza reflejada en el rostro, acompañado de una sonrisa que Harry no evitó contagiarse.

—¿Debería tomar ese beso y esa mirada como que lo que dije no importa?—cuestionó Harry, extasiado de felicidad.
—Tómalo como quieras, pero me rindo ante ti.

Harry suspiró ruidosamente de satisfacción mientras enredaba sus brazos detrás de la cintura de Madeleine, ella atacó su boca inmediatamente. Un beso suave se vo6lvio hambriento, sus lenguas se encontraron causando una sensación al principio desconocida y luego agradable y explosiva.

Una lucha interna se manifestaba dentro de sus bocas mientras la expertas manos de Harry sujetaban sus mejillas con la menor intención de dejarla ir alguna vez, luego viajaron a su espalda desnuda bajo la suave tela de su blusa, las manos de Madeleine se concentraron en los rizos de Harry que caían por su cuello y enmarcaban sus mejillas, se separó de su boca y le depositó pequeños besos a lo largo de sus mejillas, nariz, y frente. Harry se quedo mirándola un par de segundos luego de aquella manifestación adorable de su parte, sus labios lucían de un rosado intenso y un poco más hinchados por la acción de hacia segundos, Harry vaciló y soltó una carcajada en voz baja para luego regalarle un beso en la frente a Madeleine.

Harry parecía tener su propia muñeca de porcelana, que si la tocaba con mucha rudeza se iba a quebrar.

Sus manos se deshicieron de cada una de las prendas que cubrían el cuerpo de ella en la manera más delicada y suave del universo, había disfrutado de tocar su piel por cada rincón, de explorarla de pies a cabeza, de descubrir las marcas y lunares que adornaban su cuerpo.  De sentir el calor que emanaba de su cuerpo con el de él, su suavidad y su olor. Lo sedoso de su cabello y lo hermosa que ella era en cualquier circunstancia, hermosa de cualquier manera tanto física, como a nivel espiritual.

Que no era un capricho de diva estrella, que ella no era en exceso perfecta porque nadie lo era, que ella no era una típica modelo más con la que se había vinculado, y que a pesar de todo aquello, la encontraba perfecta infinitamente.

SURRENDER || Harry Styles.Where stories live. Discover now