Capítulo 4.

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Harry le advirtió que en algún recóndito lugar podría estar un sujeto con cámara y que por su propio bienestar no sería bueno que llegasen a verla, a pesar de que nadie sabía dónde él vivía. Le prestó el suéter que solía usar cada vez que se escabullía y después de unos minutos, estaba en el vestíbulo de la casa del gran Harry Styles.

Al entrar, la primera impresión de Madeleine era lo ordenada que esa “Humilde morada” estaba. Sus ojos brillaron a la par en que viajaban por cada cosa reluciente y sofisticada. Escaleras con pasamanos de metal y peldaños trasparentes, paredes blancas con cuadros abstractos, paredones de madera de caoba con detalles en hierro forjado. Extensos muebles de cuero sintéticos y un sin fin de cosas que complementarían la casa de una superestrella como lo era él.

—Vaya..—murmuró, sacándose la cazadora. Harry aprovechó que seguía mirando el lugar y tomó la cazadora para colgarla.
—¿Quieres agua? ¿Café? ¿Algo?
—No, estoy bien.. Creo.—balbuceó, cuando volvió a verlo directamente a los ojos.
—Bien, no tengo que salir pronto y es mejor que me cuentes un poco sobre ti porque a ciencia cierta, tal vez eres una psicópata y no tengo a nadie de seguridad cerca.—Harry comentó, ahora preocupado por lo que estaba haciendo. Madeleine sintió una ráfaga de enojo.
—Bien, ya que soy una potencial psicópata, ¡Me voy!

Madeleine tomó su cazadora y repiqueteando sus botas con determinación, volvió hacia la enorme y sofisticada puerta mientras Harry la observaba sentado y serio desde el mueble, con los brazos echados sobre el espaldar haciendo que el cuello de su camisa se abriera más dando a presumir la cadena de plata y parte de las aves tatuadas en su pecho. Madeleine se quedo sin aliento cuando volteó a verlo, sabía que Harry era endemoniadamente precioso. No era la primera vez que pensaba eso de uno de los músicos más influyentes de los últimos años, pero nunca había tenido la oportunidad de pensarlo y admitirlo tan crudamente como su mente lo hacía en ese momento. Era más que guapo, lo era todo. Pero también sabía que era otra tonta estrella diva paranoica y eso no lo soportaba. Su indignación creció cuando vió que él seguia sentado viéndola muy cómodo y no hacía nada para detenerla o incluso sacarla de Brentwood.

—¿Ni siquiera intentarás detenerme?—replicó indignada, de pronto se sentía en plena confianza con él. Como si tuviesen años de conocerse.
—No te vas a ir.—le contes6to, con una media sonrisa dibujada.  Madeleine arqueó una ceja.
—¿Tu ego es enorme verdad?
—Un poco. Pero no te vas a ir.—volvió a decir sereno, Madeleine sintió su sangre calentarse—. ¿Por qué no? ¿Me vas a secuestrar? Amigo, soy una loca psicópata tal vez tenga una bomba dentro de mi blusa para hacerte estallar.—dijo ella con ironía, mientras Harry seguía inmutado viéndola.
—Porque estás en un vecindario privado y si entraste conmigo, sales conmigo a menos que, quieras ir hasta la entrada y los de seguridad llamen hasta al FBI por irrumpir en un vecindario exclusivamente privado y tal vez pasar un par de noches en una prisión local. Creo que eres lo suficientemente bonita como para eso.—recitó.

Los labios de Madeleine se aligeraron totalmente sorprendida y luego los frunció minimizando la mirada en él.

—¿Entonces para qué mierda me has traído acá si piensas eso de mi?—chilló molesta, casi a punto de llorar.
—Nena, te estaban literalmente asfixiando. Técnicamente por mi culpa así que..—Harry palmeó el espacio vacío a su lado y ella a regañadientes fue.
—Bien.—¿Qué edad tienes?—le preguntó Harry.
—Veintitres.
—Vaya, eres bajita.—Harry susurró, con una sonrisita adorable y sabionda que hizo sonreír a Madeleine.
—No soy bajita.—funfurruñó, cruzando sus brazos en su pecho—.Tu eres anormalmente alto.
—¡Claro que no!—exclamó Harry irguiéndose hacia adelante—. Tengo como.. Uh.. No lo sé.. Como.. Uno noventa.—contestó, volviendo a recostarse.
—¡Y utilizas botas con tacón! ¡Son como dos metros Harry!
—En mi defensa, las compré por internet. Las demás me las han enviado de cortesía. Todas son asi y pues.. Son bonitas ¿No?
—¿Vives solo?—preguntó Madeleine, detallando su rostro. Ella no se quejaba de lo que veía en lo absoluto.
—Sí y no.
—¿Novia?—preguntó divertida, aunque  en su interior algo molesto recorrió su pecho.
—¡Dios no!—contestó.
—¡Ay pero por qué te alteras!—dijo ella, en su mismo tono.

Harry se mordió el labio inferior y sonrió con la vista hacia abajo.

—¿Puedo saber algo de ti Maddy?—susurró, con la voz grave y lenta.
—¿Qué quiere saber Harry Styles de mí?
—Me gustaría saberlo todo.













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Hola preciosos ángeles<3 gracias por leer, espero les este agradando la historia. Estoy actualizando semanalmente, disculpen lo corto de este capítulo, habrán algunos así de cortos y otro más extensos. Cualquier cosa pueden preguntarme por los comentarios, o por privado.
Aprovecharé y les dejaré por aquí el link de otra fanfic de Harry que recién terminé de subir. Se llama Reckless Behavior: Badass Angel. Es una serie de tres libros, esa es la primera entrega. Si gustan pasarse este es el link --> https://my.w.tt/llXhiOwPcU


Beeeesooooos ♥️

-A xx.

SURRENDER || Harry Styles.Where stories live. Discover now