SURRENDER || Harry Styles.

Capítulo 13

Madeleine salió de su habitación y Cristy percibió todo el agradable aroma inundarle las fosas nasales a pesar de estar en la cocina. Cristy la miró asombrada y tosió aclarando su garganta mientras Madeleine terminaba de calzarse los tacones torpemente y con apuro, agarrándose de las paredes para no caerse, vió la hora en el reloj digital de la pared frente a ella y salió corriendo como podía a por su celular en su habitación, volvió agitada a la cocina y Cristy rió.

—¿Por qué tanto apuro? Aún no estoy lista. Ni siquiera me he duchado Maddy.—dijo Cristy, desde el mesón de la cocina.

Madeleine pareció reaccionar y la miró con extrañamiento.

—¿Vas a ir conmigo a ver a Harry?—Madeleine dijo incrédula. Cristy le devolvió la mirada en la misma manera.
—¿VERAS A HARRY STYLES?—exclamó, a todo pulmón. Madeleine corrió hacia ella y tapó su boca.
—¡Cállate maldita sea! ¡Tenemos vecinos y muy quisquillosos!—le chilló en la cara..—¡Si ire a ver a Harry! Me invitó a cenar.

Cristy asintió con los ojos y Madeleine deslizó los dedos de su boca que le impedían hablar.

—¿Qué no estaba en Italia? ¿Por eso estás tan malditamente sensual? Si no tienes sexo hoy, ese hombre tiene algo malo. Hasta yo lo haría.—comentó Cristy con regocijo. Madeleine rió sonoramente y le abrazó torpemente.
—Llegó hace un par de horas. Sí, iré a verlo. ¿Por qué?
—Maddy, ¿Van en serio? Es decir, ¿Son novios de verdad o qué?
—No lo sé.. Supongo..—se encogió de hombros, y su amiga le dió una mirada minimizada.
—¿Cómo que supones? ¡Obama no supone si es presidente o no!—exclamó.
—Es que.. Estábamos un poquito pasados de copas y yo solo.. No lo sé, le dije jugando pero desde entonces.. Ni siquiera nos hemos besado. Es como si fuésemos amigos y ya aunque.. No lo sé, ¡No lo sé!—gritó exasperada, y terminó en risas.
—Un amigo. Un amigo superestrella, un amigo guapísimo. Un amigo cantante, un amigo al que claramente le gustas. Un amigo, un amigo, un amigo. Yo soy tu amiga, él es básicamente tu novio.
—Mi novio..—balbuceó Madeleine atontada.
—¡Carajo vete ya!—Cristy se levantó y la arrastró hasta la puerta—. Avisa si no dormirás acá, te amo Maddy, por favor avísame. Saldré en un rato pero me avisas.
—Sí mamá..—dijo Madeleine poniendo los ojos en blanco y rió—. Te amo también Cris.
—¡Y por la misericordia de Dios! ¿Cuándo piensas presentarme a uno de los chicos con los cuales tuvimos esa pequeña obsesión de niñas? ¡No es justo!
—Pronto. Mañana saldremos tú y yo, tengo una idea. ¿Vale?—Madeleine sonrió con ternura hacia su amiga.
—Vale, ahora anda. Tu superestrella te espera.

Madeleine cruzó todo West Hollywood desde Calabasas hasta finalmente llegar a Brentwood, se sintió avergonzada con el chófer que la había ido a buscar por órdenes de Harry, ella no era nadie importante como para que aquel hombre pasara por ella y fuese su chófer personal esa noche. Ella había tenido que irse a la cafetería que Harry frecuentaba a esperar a dicho chófer, así que cuando entraron a Brentwood y vió la casa de Harry respiró profundamente.

El auto se detuvo y el chófer miró por el espejo retrovisor a a Madeleine con una sonrisa nerviosa y a su vez deslumbrante. Él pensó que Madeleine lucía hermosa y ansiosa por ver a Harry. Que ninguna chica, ni siquiera la mayor fanática de la banda lucía así de risueña por verlo, sus ojos cafés brillaban como dos luceros, sus comisuras se crispaban en una pequeña sonrisa que se estaba obligando a ocultar un poco. Era la primera chica vinculada a Harry que veía genuinamente encantada de verlo, así que dedujo en su cabeza que quizás Madeleine podría ser la pieza que faltaba en la vida de Harry.

Ella se bajó y agradeció a aquél estrechando su mano con amabilidad, éste le devolvió el gesto. " Tenga una buena noche señorita", le había dicho.