9. Ojos abiertos

50 10 0
                                    

—¿Qué significa?—. Pregunté mientras terminaba de bajar la sudadera.

—¿Qué significa que?—.

—El tatuaje, JiMin. Es real ¿no?—.

—¿De que tatuaje hablas?—.

Levanté su ropa y lo vió por el espejo. Soltó un bajo "¿Que?" mientras lo observaba detenidamente muy confundido.

—¿Tampoco lo recuerdas?—.

—No... No lo había visto. Es real, se siente. Debí hacerlo en este tiempo—.

—Pues, se ve bien—.

Baja su ropa y se sienta en la banquita del vestidor cubriendo su rostro.

—¿JiMin?—. Me acerco.

—Ya me arte de esta situación—.

—Oye tranquilo. Solo es un tatuaje—.

—No es eso. Siempre quise hacerme uno pero yo hablo de que por más que me esfuerzo no hay nada en mi mente ¡Nada!—.

—Verás que poco a poco recuperarás tus recuerdos, yo te ayudaré todo lo que pueda. Créeme que ir con tu abuela funcionará—.

Me mirá con esos brillantes y algo cristalizados ojos y me sonríe. —Gracias—.

—Ahora, termina aquí para pagar e ir a cenar—.

Salimos de la tienda y mientras caminábamos al restaurante sentí algo extraño, no sabía si acercarme a el. Y ¿rodear su espalda? No, no suele haber mucho contacto entre nosotros.
Sin pensarlo más, tome una de las bolsas que llevaba. Nos detuvimos al notar que mi mano estaba sobre la suya. Me miró fijamente.

—Dejame ayudarte—. Retiré mi mano con la bolsa y el solo bajo y luego desvío la mirada. Seguimos caminando.

Cenamos dejando la incomodidad de lado. Note los buenos modales que JiMin tenía, como manipulaba los cubiertos y cada porción que tomaba era pequeña, estaba bien sentado, bebía delicadamemte, no hacía un solo ruido.

En fin, detalles que notaba a cada cita que había tenido y había terminado desepcionado por algo... Pero ahora no.
En toda la cena JiMin dijo que quería dejarse de lado un rato y hablar de mi.

Le conté mi vida de estudiante, mi carrera y sobre mi madre a quién visitaba cada que podía. Me preguntaba por mis gustos etcétera.

Llegamos a casa, fuimos a la habitación donde JiMin estaba quedándose. Yo llevaba las dos bolsas mas grandes y el una pequeña.

—El armario de aquí solo tiene un par de abrigos—. Los saqué. —Acomoda tu ropa—.

—Si, gracias—.

Fuí a mi habitación, arrojé los abrigos a la cama y saqué mi celular. Cuatro llamadas perdidas de Yoon, no podía ser bueno. Lo llamé:

—¿Qué sucede?—.

¡Valla! Yoongi se que nunca faltas y por eso no debió haber problema pero nos llegaron de sorpresa los accionistas australianos—.

—¿Qué? ¿Por qué no avisaron que iban?—.

No lo se pero controlarlo fue difícil siendo tu el único que habla el inglés—. Suspiro pesadamente. —Te necesitan el lunes a primera hora—.

Pues ya que—.

Lo lamento—.

—No es tu culpa, chico—. Cuelgo. —No es tu culpa que esos chupa sangre hayan llegado sin avisar y que las recepcionistas sean unas inútiles—. Arrojo el celular a la cama.

JiMin toca a mi puerta y yo volteo de sorpresa.

—Perdona, no quiero sonar entrometido pero ¿todo bien?—.

Le sonrio. ¿Por que sonrio tanto con el? —No lo eres, solo problemas en el trabajo—.

—Yoongi ¿eres de esos temerarios en la oficina?—.

Rio. —¿Qué? ¿Así me veo?—.

—Así te oí—.

—No, sólo lo tomo con seriedad—.

—¿Qué haces?—.

—Mi carrera es la administración de empresas, mi trabajo es la compra venta de valijas "Liang"—.

—¡¿De verdad?! Son muy conocidas ¿por qué no lo dijiste antes?—.

—No lo se—.

—Te fue bien entonces—.

—Creo que si. JiMin, deberías dormir, mañana iremos a Busan y mejor que sea temprano—.

—Si, hasta mañana Yoongi—.

—Descansa—.

Sale de la habitación y escucho su puerta cerrarse.

...

—¡Aaaahhh!—.

El grito de JiMin me despertó de golpe, salí de mi cama y corrí a su habitación. Abro la puerta y lo veo sentado en su cama llorando.











-DaZo💋

• Señales de Noche ● YOONMIN •💋Where stories live. Discover now