Capítulo 50

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Ethan

–No puedo creer que te vayas a casar, ¡y que falte tan poco para la boda!– chilla Piper fingiendo desmayo y cayendo en la cama. Me río y termino de acomodar mi corbata para irme al Holding. Diamond está de viaje y yo estoy al frente, sí, ya me he acostumbrado –En un mes serás Ethan Hamilton, ¡me encanta!

Eh, sí. En vez de Diamond adoptar mi apellido, yo cambiaré el Whitmore por el de ella. Es una decisión que tomamos ambos y que me pareció lo más correcto, no quiero que su nombre desaparezca, el mío no tiene relevancia, a diferencia del Hamilton, que es prácticamente una marca. También decidimos juntos utilizar un vientre en alquiler para concebir un bebé y, el cual se apellidará Hamilton-Whitmore para que contenga ambos apellidos. En fin, hemos hablado muchas cosas, sobre nosotros, sobre nuestras vidas.

Cuando nos casemos nos vamos unas semanas a Fiji mientras que Piper irá al campamento espacial de la NASA. Sí, ya no quieres ser ingeniera robótica, ahora quiere ser astronauta y participar en alguna expedición al espacio. Esa niña tiene una imaginación inigualable.

–¡Piper!– se escucha un grito y ella se levanta de la cama de un respingo.

–Esa es mi señal– dice antes de salir corriendo.

Niego con la cabeza divertido y tomo el maletín para también marcharme a mi labor. En el camino me topo con Hillary que se sonroja al verme y sonrío de lado al recordar lo que hemos hecho anoche por petición de Diamond. Lo único que diré es que nunca una videollamada fue tan placentera.

–Hola– la saludo y ella mueve su mano antes de irse a donde sea que vaya.

Me subo a mi moto, porque sí, uso mi bebé cuando mi mujer no está. Debo aprovechar ya que a ella no le gusta ese cacharro del demonio, sus palabras, no las mías. Detengo el motor en el parking subterráneo y cuando la dejo asegurada subo en el ascensor hacia la planta de mi oficina.

Cuando llego y me dejo caer en el sillón busco mi móvil y reviso que no tengo señales de mi prometida. Frunzo el ceño extrañado ya que siempre me escribe en las mañanas desde que se ha ido.

Una semana. Lleva siete días lejos, tratando un asunto con el hotel de Cancún. Y yo aquí muriendo por tenerla, pero consciente de que bebemos realizar nuestro trabajo.

Reviso cuentas, monitoreo el trabajo del hotel de Pensilvania. Recibo un correo de la decoradora para ultimar algunos detalles, elijo los colores de los manteles y me decido por un diseño para la escultura de hielo. Otro correo me llega y mi corazón salta en mi pecho al ver el nombre de mi futura esposa.

Asunto: invitaciones

Hola, amor

Lamento no escribirte antes. Pero estoy ocupada, observa las invitaciones y dime si te gustan para indicarle a la organizadora que las envíe.

Besos...

P. D.: Te amo.

Diamond Hamilton
Presidenta de Hamilton Holding

Archivo adjunto.

Asunto: Re: invitaciones

Están genial, amor.

Cuando puedas me llamas, te extraño.

Muchos besos.

Ethan Whitmore
Vicepresidente de Hamilton Holding

Vuelvo a abrir el archivo de las imágenes y sonrío. Una tarjeta color blanco hueso, con los bordes dorados con un baño de oro, con letras elegantes indicando la fecha, hora y lugar de la unión.

Mi Señora (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora