¿Jugamos A Ser Novios? - (El Juego #1) [+18] √

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Lana Thompson

Ambos estamos sentados en el capó de la camioneta, en medio de lo que parece ser una carretera abandonada. Esperamos a que el sol empiece a ocultarse.

Para nuestros padres seguimos en casa de Zoe.

Carter ha estado callado y con los pensamientos perdidos toda la tarde, y sé, que a pesar de no admitirlo, ha sido el ver a su madre lo que le ha afectado. He decidido no decir al respecto, pero estoy aquí, intentando demostrarle que pase lo que pase, siempre estaré aquí.

El frío de la tarde me tiene incomoda, pues aún estoy usando solo su camiseta; Mi cabello ya no se encuentra húmedo, en cambio está enredado por no haberlo peinado a tiempo.

Me acerco a Carter y me pego a su cuerpo buscando calor. Tomo su mano y entrelazo mis dedos con los suyos. Él me mira y traga saliva.

Su mirada se encuentra vacía, y quisiera saber como ayudarlo, pero es difícil cuando no sé qué es lo que ha pasado. Quisiera preguntar, pero no se bien como hacerlo, y temo a hacerlo y que su reacción no sea la mejor.

Lo entendería igualmente. Algunas personas suelen tragarse sus problemas creyendo que no son del interés del resto... Quizás es ese el miedo, o es el creer que ante el mundo serás visto como débil por no saber lidiar solo con la mierda interna.

Quiero decirle que conmigo puede contar, pero recuerdo haberlo hecho ya, y sus palabras en las carreras, a pesar de que me ha pedido perdón, aún resuenan en mi cabeza, me cuesta olvidarlas, y paso por el miedo de volver a obtener el rechazo y que se cierre y se aleje.

Sé que puedo hallar la manera de que se abra, sin presionarlo.

—Por su culpa Parker murió. — suelta de la nada, sacándome de mis pensamientos. Lo miro nuevamente; los tenues rayos de sol hacen resaltar el color de sus ojos, a pesar de lo triste que se ven.

—¿Por culpa de quien? —pregunto con un tono suave incentivandolo a continuar, a pesar de que ni siquiera sé quién es Parker.

Él cierra los ojos y arruga la cara. Su mano suelta la mía y he empezado a conocerlo lo suficiente para saber que hay algo que le molesta e internamente está intentando tranquilizarse.

Coloco una mano en su mejilla y él abre los ojos. Nuestras miradas se encuentran... Ya no se ve ese vacío, ahora veo dolor, angustia y sufrimiento.

No me gusta lo que veo, lo odio, quisiera poder quitarle eso.

—Cuando...— duda y traga saliva— Cuando mis padres se divorciaron, Leila quedó con nuestra custodia, en ese entonces Asher apenas era un recién nacido, Parker tenía ocho y yo cuatro.

Él mira a otro lado. Me inquieta pensar que dentro de su cabeza hay pensamientos que lo torturan.

—No tienes que...

—Ella era una mierda de madre, y a pesar de todo no puedo odiarla, solo la quiero lejos ¿Entiendes? — Me interrumpe— La quiero lejos porque me lastima, y porque mi hermano podría estar vivo si ella no hubiese actuado como actuó.

¿Hermano?

—Hey, tranquilo. — digo cuando noto que empieza a alterarse. Él se levanta del capo y empieza a caminar de un lado hacia otro agitadamente. No veo venir cuando suelta le suelta un puñetazo a un árbol.

Luego de uno, van dos, tres... pierdo la cuenta. Uno tras otro.

Echo a correr hacia él cuando logro salir del shock.

El corazón se me acelero y me puse nerviosa.

—¡Detente, te vas a lastimar! — le pido asustada. El corazón lo tengo acelerado y mis nervios me tienen las manos temblando— Carter, por favor.