¿Jugamos A Ser Novios? - (El Juego #1) [+18] √

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Lana Thompson.

Empiezo a peinar mi cabello desde las puntas hasta la raíz... Aunque la verdad, está muy enredado, mejor que se quede como está. Suelto el peine y le doy al espejo una sonrisa boba.

Si mi mamá me viera de seguro diría algo como «Qué raro tú como una loca, Pero cuando sales con tus amigos si te gusta parecer una modelo ¿no?»

Cómo no amar a mi mami.

Bajo las escaleras de mi nuevo hogar y una puerta doble atrapa mi atención, es una enorme terraza con una gran piscina. Conociendo a Danielle aquí es donde hace fiestas cuando papá no está.

Una voz se hace escuchar llamando mi atención.

—Vuelvo a nacer cada vez que pasas la noche, porque tu sexo me lleva al paraíso, sí, tu sexo me lleva al paraíso y se nota...

Me dirijo hacia la cocina de donde proviene la voz de Aaron Thompson cantando la canción que reconozco como Locked Out of Heaven. Me quedo un minuto observando su baile de pingüino hasta que se me escapa una gran carcajada y nota mi presencia.

—¡Papi! — salto a sus brazos—te extrañé. —Lo aprieto más.

—Oh por dios, una intrusa. Sabía que no tenía que contar con la seguridad de este edificio. — dice bromeando— También te extrañé, mi mocosita, ¿Cuantos años tienes ahora? ¿trece? — ruedo los ojos, causando que él me de un leve golpe en la frente.

Si no acostumbraba a visitar a mi padre aquí en Los Ángeles, es porque sencillamente, cuando él y mi mamá se divorciaron, no me sentía cómoda viajando sin ella, cosa que aun de grande me afecta, pero por Nicole daría todo. No digo que no veía a mi padre desde que tenía 7 años, él con Danielle se encargaban de visitarnos a Boston... y sí, así crecimos, Nicole y yo con un padre temporal y Danielle con una madre del mismo modo.

—Te extrañé, papá. — vuelvo a abrazar su barriga.

—Yo no, estaba feliz sin ti. —dice bromeando una vez más... creo— Por cierto ¿Cómo está Cheryl? — Como si me hubiese leído la mente, mi papá pregunta por mi madre— ¿Ya dejó al feo novio que tenía?

—¿Simón? Terminaron hace meses. — subo una ceja— ¿Celoso Aarón?

—Para ti soy papá, respeta. — río— Es obvio que lo único hermoso que ha pasado por la vida de tu madre soy yo, y por eso hasta tres hijas me dio.

Vuelvo a reír. Este hombre sí que es un caso serio.

—Ahora es un pájaro libre, digo, por si quieres atraparla. —le guiño un ojo.

¿Por qué se divorciaron? La pregunta que desde pequeña me hago y ni a mis hermanas ni a mí nos han sabido responder.

Me siento en el taburete de la cocina mientras él sigue preparando lo que creo que es un Omelette.

—Deberías aprender a cocinar, ven y te enseño. — me invita a su lado y yo entrecierro los ojos y frunzo los labios.

—¿Y a ti quién te dijo que no sé? — me cruzo de brazos levemente ofendida, él me da una mirada divertida.

—Una paloma me contó que se te pasa el espagueti—Se encoge de hombros y vuelve a lo suyo.

—Joder, pero que paloma llamada Nicole más chismosa— río e inmediatamente después de ver su mala cara me arrepiento de usar una mala palabra.

Paso el vestido azul rey por mi cabeza, es precioso; un regalo de mi hermana mayor. Es ajustado arriba hasta la cintura donde empieza a ser acampanado, en la espalda cuenta con un escote y de largo me llega por la mitad del muslo.