¿Serás feliz?

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- Lily te he extrañado tanto, ya paso un año ¿Cuando regresas?- pregunto el entusiasta.

- Sev yo.... yo no voy a regresar-confeso ella con tristeza destrozando sin saberlo el corazón del ojinegro.

- Lily.. ¿De que estás hablando? ¿Estás bromeando verdad?- él no podía creerlo, no quería creerlo.

- Sev... conocí a alguien, yo no lo pudo evitar... lo amo... Se que prometí estar a tu lado pero.... Quiero estar junto a él pero si tu me pides que regrese lo haré...

El ojinegro sintió su mundo desvanecerse frente a sus ojos, la amaba, ella era la luz de su mundo, pero el no podía ser la luz de Lily, él no era suficiente y lo sabía, por eso aunque deseaba ser egoísta no podía, le debía demasiado a la chica.

- ¿Serás feliz?- preguntó.

- Lo seré- respondió ella y para él eso fue suficiente.

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- La boda estuvo genial Sev, me hubiera gustado que vinieses.
Severus escuchaba la voz triste de su amiga a través del teléfono, sabía que ella estaba así porque él no fue a su boda pero no le reprochaba nada porque sabía de su terrible miedo de salir de casa.

- Lo siento Lily- se disculpó el por millonésima vez en aquella llamada.
- No pasa nada, se que para ti es difícil pero algún día lo superarás, creo en ti- la chica soltó una risita- además estoy deseosa de que vengas para presentarte a Sirius.

- Sigues con eso- el ojinegro rodó los ojos y aunque fuera a través del teléfono Lily supo que lo había hecho, lo conocía muy bien.

- Ya te dije que es guapo y tiene unos bonitos ojos azules.

- Lily desde que te confesé que soy bi aquella vez no me has dejado en paz con eso- el ojinegro recordaba la vez en que soltó aquella información para evitar exponer sus sentimientos cuando la pelirroja le pregunto por sus gustos.

- Pero Sev estoy segura que él y tu se llevarían bien, es un poco mujeriego pero sé que si llega la persona correcta el cambiaría por ella.

- ¿Y yo el antisocial más grande de toda la historia soy su pareja ideal?

- El tiene un buen hombro para llorar y según dijo James besa bien.

- ¿Tu esposo dijo que él besa bien?

- Larga historia- detrás de la pelirroja se escuchó una voz llamándole- te marco luego Sev, recuerda llamar a tu primo Lucius para recomendar a Remus como su asistente por favor.

- Chao Lily- se despidió él antes de colgar.

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- ¿Te llegaron los libros que te envíe?- pregunto ella entusiasta.

Severus miraba curioso el paquete frente a él.

- Si son geniales pero ¿Por qué me mandaste también este extraño llavero?- interrogó mientras apretaba entre sus mano el llavero de peluche en forma de perrito.

- Bueno es un amuleto de la suerte.

- ¿Amuleto de la suerte?

- Si, te dará fuerzas para salir de casa, sabes Harry va a cumplir un año y sería un bonito detalle que vinieses- pidió ella pero realmente no creía que el ojinegro lo hiciera.

Severus se sintió culpable, Lily le había dado mucho, era hora de agarrar fuerzas y devolverle el favor.

- Si voy ¿Serás feliz?

- Por supuesto.

- Entonces iré, lo prometo- sentenció él.

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Severus dio un paso fuera de su casa con miedo, e inmediatamente regreso a dentro.

- Día uno, faltan 3 meses, es por Lily- se motivo a si mismo.

Al día siguiente pudo dar dos paso, a la semana avanzo unos cuantos metros, al mes logro tomar un autobús y en menos de lo que pensó ya estaba tomando el avión camino al lugar donde vivía ahora su amiga.

Cuando bajo del avión espero ver ahí a la pelirroja pero no la encontró, así que la espero, horas después cuando el cielo oscureció algo dentro de sí le dijo que jamás iba a llegar por él.

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Cuando llamó al trabajo de la pelirroja y le dijeron que había muerto no lo podía creer, su mundo ya no tenía sentido, sin ella ya nada lo tenía.

El día de su entierro decidió asistir y así lo hizo, entre la gente pudo observar a un hombre de anteojos con un pequeño bebe ojiverde en brazos, de inmediato supo que se trataba del esposo de su amiga, se acerco a ellos e intento hablarles.

- Yo esto....

James lo observo sin interés realmente.

- Si, si gracias por su pésame- dijo dándole la espalda y marchándose como había hecho con todos los que se acercaron aquella tarde.

- Disculpa a James- le dijo un hombre castaño de ojos dorados acercándose a él- la muerte de Lily le afecta demasiado.

- Remus- le llamo un chico de ojos plateados- ¿Has visto a Sirius? Estoy preocupado por él.

- Con permiso- se disculpo el ojidorado para luego alejarse en compañía de aquel chico.

Severus de un momento a otro se sintió sofocado, quería llorar, gritar, huir, lo que fuera para librarse del dolor en su pecho, al final corrió a esconderse entre unas lapidas cercanas a la de su difunta amiga, estaba a punto de llorar pensando que estaba solo pero se dio cuenta de que alguien más estaba allí ya.

- Es mi culpa, yo la maté, yo no merezco vivir- murmuraba un chico de cabello largo y ojos azules mientras sostenía un cuchillo entre sus manos.

El ojinegro sintió miedo al ver la intensión del otro de cortarse las venas por lo que sin querer chilló asustado.

El otro entonces se dio cuenta de que no estaba solo y lo miro directo a los ojos, Severus al instante lo reconoció, era el mismo Sirius que salía en las fotos que constantemente le enviaba su amiga, solo que este se veía como muerto en vida.

- Tu también lo debes pensar ¿No? Que soy un asco, ella no estaría así si no hubiera subido a ese auto conmigo, Lily esta muerta por mi culpa- dijo el ojiazul temblando de impotencia.

Severus deseó odiarlo, según escucho ese tipo frente a él era el que conducía el auto en el que murió su Lily, quiso decirle que se matará, que tenía razón y todo era su culpa, que no merecía vivir por haberle arrebatado a su amiga, pero supo que no podía hacerlo, la pelirroja no lo querría así, no podía odiar a Sirius por un accidente, menos cuando se veía tan arrepentido, por eso con lentitud se acerco a él y le quito el cuchillo de las manos.

- Pero yo...- intento decir el ojiazul pero el otro negó con la cabeza.

Sirius cayó de rodillas al piso llorando y Severus solo se marcho en silencio.

CON ÉL NOOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz