CON ÉL NO

Lo que se olvida...

Sirius escuchó el timbre del departamento y se sorprendió, su hermano tenía llaves propias y nadie lo visitaba y a él el único que lo visitaba era Remus el cuál no había dicho nada de venir.

Fue a abrir la puerta y grande fue su sorpresa al encontrarse de frente con el chico que le presento su hermano y lo había ignorado.

- Disculpe- el ojinegro hizo un asentimiento con la cabeza- ¿Está Regulus?

Sirius podía bailar de felicidad ahí mismo, está era la oportunidad perfecta que tenía para seducir al ojinegro y recuperar su confianza de galán.

- Regulus salió a comprar unas cosas- respondió el ojiazul.

- De acuerdo, gracias- el ojinegro estaba a punto de marcharse pero Sirius lo detuvo.

- No está pero regresa rápido, máximo tarda 5 minutos- "suficientes para hacerte caer" pensó el mayor.

Severus no respondió pero asintió y entro a el departamento.

- Siéntate en la sala- le indicó Sirius- ¿Alguna bebida? ¿Café? ¿Soda?

- Agua- pidió el ojinegro.

- ¿Agua?

- Agua.

Sirius fue a la cocina y trajo un vaso de agua para el ojinegro.

- Y... ¿Cómo se conocieron tu y mi hermano?- preguntó intentando sacarle conversación.

- En la universidad tu hermano se lanzo sobre mi.

"Reg es un lanzado" pensó el ojiazul asustado.

- ¿Se lanzo sobre ti?

- Si, literalmente iba caminando y sin querer me atropelló, ahí hablamos, aunque ya lo había visto antes- explicó el ojinegro tomando un sorbo de agua.

- ¿Y te dejas taklear fácilmente?- preguntó Sirius acercándose insinuante.

Severus lo miró extrañado y levanto una de sus negras cejas interrogante.

- Tu realmente no te acuerdas de mi ¿Verdad?- preguntó.

- ¿Nos hemos visto antes?- indagó curioso el ojiazul.

Pero antes de que alguno volviera a hablar entró Regulus con unas bolsas de compras.

- ¿Severus?- preguntó extrañado de ver al ojinegro ahí.

- Regulus- el pelinegro reaccionó- vine a dejarte esto- saco un sobre y se lo dio- es de la universidad.

- Ah la tarea del profesor Twies- comprendió el ojiplata- ¿Quieres subir a la habitación?

- Claro- respondió el ojinegro y de esa forma ambos subieron por las escaleras.

- Esto... volvieron a ignorarme- se dio cuenta el ojiazul al verse completamente solo en la sala.