Mi Total Adicción || Parte 2 De Mi Mala Adicción

Parte 2 || Capítulo 50: ¿DÓNDE ESTÁ CALLE?

• M A T U •

- Oye guapo, recuerda que mañana tenemos que estar allá con las chicas -

- Síiii preciosa, lo séeeee, ya está todo listo -

- ¿Todo todo? - sonreí y lo miré a través del espejo pensando en que, quién diría que un chico terminaría enamorándome por completo

- Todo todo - sonrió y me dedicó un guiño mientras se acomodaba su camiseta

- Hoy solo iremos por ella aunque, sigo sin creer que... Ay por dios me emociono de tan solo pensarlo - brinque ahí mismo provocando en él una risita

- Pues creélo aunque bueno, yo digo que es una mala... -

- No lo es, no es una mala idea, solo deja que yo me encargue, que todo fluya -

- Es que si te pones a pensar, podría de cierto modo afectarlas -

- Oh, por supuesto que lo hará, ese es el punto daaah - torci la mirada

- Está bien, lo que digas - suspiró mientras que yo me acerqué depositando un corto beso en su mejilla

- Todo saldrá como lo planeamos - roce mi dedo con su nariz

- C A L L E -

- Amor ¿Ya estás lista? - grité para que Poché me escuchará, no puedo creer cómo es que una mujercita puede tardar tanto arreglándose

- Ya vooooy, ya falta poco, solo faltan mis cejitas -

- Eso llevas diciéndome desde hace una media hora gorda - bufé

- Amor, ten paciencia, tengo que estar lista para irnos -

- Pasarás unas horas en el avión, nadie te verá y además, siempre luces radiante - reí negando, podría vivir una eternidad aguantando sus retardos y manera de mover sus manitos al hablar, con el simple hecho de que sea ella me hace feliz

- Saaaabes que en el avión yo debo dormir, siempre duermo -

- Ay tú, exagerada, no son tantas horas - torci la mirada con un sonrisa

- Lista - salió de la habitación y me miró sonriendo, se veía tan bonita, con ella llevaba unos jeans negros perfectamente entallados de la cadera, tenis blancos y playera blanca la cuál le quedaba un poco grande pero ella sin duda alguna sabía acomodarla

- Te ves radiante mi vida - sonreí casi boquiabierta

- Ahora si, podemos irnos - soltó una risita y tomó su maleta junto conmigo

Más demoré esperándola, que lo que duró el viaje a Cartagena. Éste tipo de cosas no acostumbro hacerlas, siempre cada que viajo o viajamos, tengo que tener todo perfectamente planeado y bueno, ésto sí es planeado pero la verdad, me asombra la rapidez con la que se hizo todo...

- Dijiste que solo estamos tú y yo ¿Cierto? - me miró mientras recibíamos nuestras maletas estando ya en el aeropuerto de Cartagena

- Pues... Algo así - reí

- ¿Cómo que algo así? - me miró con extrañeza y curiosidad