Mi Total Adicción || Parte 2 De Mi Mala Adicción

Parte 2 || Capítulo 39: Saliéndome con la mía

• P O C H É

- No - respondí con firmeza aún después de haberme perdido por un instante

- Vaya... Pensé que habías tenido algún derrame o algo - se cruzó de brazos

- ¿Qué? - lo miré confundida - ¿Cómo una persona puede estar de pie después de un derrame? Que idiota -

- Oye, no me estés hablando así, demoraste cerca de diez minutos en contestarme -

- Co... como sea, no aceptaré tu propuesta ridícula - bufé - por dios niño, puede haber otras cosas que se pueden hacer para la adopción -

- Pues ahí está eso, puedes hacerlo y la niña será totalmente suya - se encogió de hombros

- Pues no, no lo acepto -

- ¿Enserio? ¿Dejaras pasar la oportunidad de formar una hermosa familia con el amor de tu vida? Serían las primeras madres en toda Colombia en adoptar o eso quiero pensar, serían un orgullo para toda su comunidad - sonrió

- Y precisamente porque ella es el amor de mi vida no pienso hacerle eso, aún si ella se enfadara de que no acepte - torci la mirada

- Pero serían un orgullo para su comunidad, como dije ¿Ah? - su gesto era entusiasmado, ¿Enserio este tipo piensa que estaré con él?

- No sería un orgullo ser madres con la condición de acostarse con un niño - torci la mirada indignada

- ¡Oye no soy un niño! Y además, nadie se enteraría y quién sabe que tal y en una de esas tu... -

- ¡No! Ni lo digas - lo miré mal

- Ni siquiera sabes lo que iba a decir - soltó una carcajada

- Que en una de esas y mi novia se nos unía, pero no -

- ¿Ya habíamos tenido ésta conversación? - me miró extrañado

- A... algo así - dije recordando todo lo que se había formulado en mi mente en tan solo unos cuantos minutos

- Bueno como decía, si lo haces le darás el gusto a tu novia de adoptar -

- Que noo, la adoptamos pero luego puedes intentar aprovecharte de nuevo y no quiero arriesgarme a perderla así que ya, no diré más, con permiso - suspiré y caminé a la puerta

- Si sales por esa puerta, no tendrán ni la más mínima oportunidad de poder adoptar, en ningún lado - levantó la voz

- ¿Sí? ¿Quién lo dice? Un mocoso que busca una oportunidad para perder su virginidad a base de chantajes, niño estúpido - me acerqué imponente 

- No soy un mocoso y por muy "niño" que me vea, puedo hacer más de lo que imaginas, en todos los sentidos posibles - bufó

- Pues no parece y ni siquiera tengo ni el más mínimo interés por averiguarlo, tienes que leer más sobre derechos y esas cosas porque por supuesto que podemos adoptar, así que con permiso - me alejé y sin más salí de ahí encontrándome con Calle

- ¿Qué pasó amor? - se acercó tomando mi mano, es ahí que nadie se imagina la paz que sentí de mirarla tomar mi mano, de escucharla decirme "amor" con entusiasmo aún cuando sé que cambiará su expresión al decirle que no a la adopción