18 | Luna Llena

Începe de la început
                                    

—¿Es por Grecia, no es así? —insistió.

Adam exhaló, frustrado y molesto. —¡¿Qué carajos te importa lo que haga o deje de hacer en mi vida?! —gruñó.

—Shark, eres demasiado obvio —se burló—. Cualquier persona con ojos se da cuenta que tienes miedo.

—Y cualquier persona con sentido común y de supervivencia, cerraría su boca y se alejaría antes de que estrelle mi puño contra su nariz.

Hunter solo sonrió. —Tienes miedo de dejar sola a Grecia y que alguien más te la arrebate.

—Vete a la mierda, Hunter —exclamó, dándose la vuelta para volver al interior de su casa.

Darragh soltó una carcajada burlona.

—Un enfrentamiento —dijo, haciendo que Adam detuviera sus pasos.

—¿De qué hablas? —preguntó, mirándolo.

—Tengamos un combate, veamos quien resulta victorioso —propuso—. A menos que tengas miedo a perder, porque créeme, yo he estado entrenando muy duro.

Adam entrecerró los ojos y soltó un bufido. —Perdiste la razón por completo.

—Deberías volver a la UFC, enfrentarte conmigo, te aseguro que no me vencerás como la última vez.

Caminando en dirección a Darragh, Adam se quitó los guantes de jardinería.

—¿Para qué quieres pelear contra mí, Hunter? —cuestionó.

La sonrisa se borró del rostro de Darragh, dando paso a una expresión de completa seriedad.

—No mereces lo que tienes —espetó, con voz ronca.

Adam sonrió sin ningún atisbo de felicidad.

—Supongo que te refieres a mi esposa —dijo—. Puede que tengas razón, Darragh, pero desde el primer momento que vi a Grecia, le entregué mi corazón sin darme cuenta, tal vez no la merezco, tal vez ella es demasiado para mí, pero cada jodido día de mi vida, agradezco al cielo por tenerla. Doy gracias por el regalo que se me dio con ella, y eso es algo que atesoro con toda el alma; ¿quieres un enfrentamiento conmigo para arrebatarla de mi lado? —preguntó—. Pierdes tu tiempo, Hunter. Mi esposa no es ningún maldito trofeo, no pienses que seré tan estúpido para considerar pelear contra ti por ella, para ver quién se queda con su corazón. ¿Qué crees que es, el cinturón de oro? Malditamente te equivocas, Grecia es más valiosa que cualquiera de esas cosas. Más valiosa que cualquier título.

Hunter rechinó los dientes. —Ni siquiera sabes lo valiosa que es —espetó.

—No. Eres tú quien no lo sabe. Tú eres quien la considera un trofeo; ¿el que gane se queda con ella? Esa es una mierda bastante retorcida y no te permitiré que...

—Grecia es demasiada mujer para ti —gruñó, interrumpiéndolo—. No creo que, al casarte con ella, hayas cambiado Shark, sé que sigues siendo el mismo que conocí.

Adam suspiró. —No importa lo que tú creas, importa lo que yo sé, lo que Grecia sabe. Y ella sabe que la amo más de lo que puedas imaginarte —dijo, dando la media vuelta.

—La abandonaste, le hiciste creer que habías muerto —gritó a su espalda—. ¿Eso es lo que significa amar para ti?

Adam giró. —No la dejé. No le mentí, di mi vida por ella, por el bebé que estábamos esperando y que perdió, por Eros, nuestro hijo, y volvería a ponerme en medio de la bala y ella —exclamó, volviendo a dar la vuelta y entrando a su casa, dejando a Hunter con la palabra en la boca.

Ground And Pound© |TERMINADA|Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum