Cap 27: Una lección 1/1

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Llegamos a la oficina de William, el decano y desafortunadamente mi tío.
Entrelazo mis dedos a los de Ricardo bastante segura de querer hacer público lo nuestro. Lo sé, por la mañana no tenía idea de lo que éramos pero, ahora creo saberlo.

Tomamos asiento mientras el sujeto de saco y corbata procesa nuestra gran entrada triunfal. ¿Cómo te quedó el ojo?

─ ¿Nos querías ver, cierto? ─mi profesor lo saca de su ensueño.

─Ehm, sí, justo los tenía en el pensamiento. Esperemos que llegue la señorita Walker.

Trazo dos líneas finas y marcadas en mi frente. ¿Para qué Walker? ¿será sobre mis notas?

Entra la chica soplándose los mocos, sus ojos están cuajados y rojos. Lloró.
Ricardo no esconde su preocupación y eso me cabrea.

─Estando todos presentes quiero proceder ─avisa el decano. Se inclina un poco sobre su pedestal y nos extiende su móvil ─, quiero que escuchen ese audio.

Audio.

¿Qué audio? Ah, el audio del que me hablaba Sam.

¡Barbaridad!

Ricardo abre y cierra su mano, su mandíbula se tensa y temo de su reacción. Por tu culpa, perra loca.
Miro a Bárbara con ínfulas de victoria, con ganas de aplastar su cabeza con mis preciosas botas. ¿Sam cómo logró grabarnos el día de la discusión?

El audio de casi diez minutos termina, Ricardo le devuelve el aparato a William y luego mira a su ya no querida alumna. ¿por qué, Bárbara? Es lo primero que inquiere con desprecio mientras ella pone empeño en reponerse del llanto.

─Ricardo, la señorita Walker y yo tuvimos una larga charla respecto de su comportamiento, ahora lo único que deseo es que Verónica sepa que la junta directiva de la facultad está dispuesta a restituir los daños causados por la calumnia de su compañera.

─ ¿De cuánto dinero estamos hablando querido tío? ─cruzo las piernas, entrelazo mis perfectos dedos y enarco una ceja.

─Hablamos de otro tipo de restitución, Verónica ─resalta con grosería ─, ¿te parece suficiente que estés en la lista de estudiantes pronto a graduarse?

─Jugó con mi honor, mi dignidad, mi intachable reputación, querido decano ─estoy descubriendo mis dotes de actriz.

─Ay, por favor, si eres perra de toda una vida. No te hagas la indignada ─asevera Voldemort en las sombras.

─Muerete ─le saco el dedo de en medio con una particular sonrisa que jode.

─Suficiente las dos ─reprende William ─, a las puertas de ser dos profesionales y no se comportan como personas adultas.

─William, quiero hablar un momento a solas con Bárbara ─Ricardo sigue desconcertado con todo lo que escuchó del audio. William asiente exigiéndome salir con la mirada.

Antes de salir le doy un beso apasionado que Walker repudia sin disimulo.

Mi tío cierra la puerta, se acerca a su secretaria y le pregunta algunas cosas que lo mantienen distraído.

─ ¡Por dios, Bárbara, te conzoco desde que eras una niña! Jamás te vi capaz de tanto ─escucho a través de la puerta ─, eres inteligente, amable, habilidosa, creativa, tienes el mejor promedio de tu clase y eres distinta al resto de tus compañeras.

Aush, ¿y dónde quedo yo?

─Tienes una reputación intacta. Nunca has ido a fiestas de fraternidades. Estas a nada de ganarte una beca en Stanford para hacer una especialización y la cagas con... ¿con esto? Con una venganza sin sentido.

El profesor Miller © (SIN CORREGIR)Where stories live. Discover now