Cap 7: Me importa

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─ ¿Señor Ricardo Miller? ─preguntan al descolgar, "" contesto de inmediato ─, habla con el oficial Hans, le tengo noticias.

Me levanto de la mesa donde está mi familia reunida, todos me miran sospechoso pero apenas salgo del restaurante para hablar con libertad el peso de sus miradas se aligera.

─Dígame, oficial.

─He encontrado su auto ─me da las descripciones del coche, luego confirma la placa y sigue ─. Oliver le dará los detalles. Apunte la dirección.

Anoto lo que me dice, parece que Oliver ha ido en mi lugar donde localizaron mi carro.

Después de colgar vuelva a la mesa, mis padres me observan preocupados, mis abuelos también y mis tíos ni siquiera se percatan de mi regreso.

─ ¿Qué sucede?

─Debo salir ya mismo, Oliver me necesita ─me pongo el saco, beso a mi madre en la frente y a mí abuela igual ─. Prometo llamar.

─ ¿Tiene que ser ahora?

─Papá, es Oliver, no me perdonaría que lo deje tirado ─aprovecho para llamar a uno de los meseros y decirle que deje todo en mi cuenta, a todas estas el restaurante es mío ─. Buen provecho familia.

Todos me despiden.

─Oliver, ¿dónde mierda tienes mi auto?

─Tómalo con calma, tu chica se accidentó con tu coche ─la noticia me desconcierta.

─Voy en un taxi, llego en 20 minutos. Asegúrate de que Verónica esté bien.

Me alerto con las ambulancias, hay policías cercando el lugar, de momento me abstengo a reparar lo que me rodea hasta que me encuentro con el rostro de Oliver que viene hacia mí con preocupación.

─ ¿Q-qué pasó?

─Tu chica tuvo un accidente...

─ ¿Se encuentra bien?

─Hey, tranquilo, ya me encargué de que la atendieran.

Paso la valla, Oliver se ocupa de que los policías no me detengan. Mi auto está hecho pedazos, tiene toda la parte frontal reventada, le echo un vistazo por dentro pero me impiden seguir analizando a razón de que es parte de la pericia.

─ ¡Eso duele, joder! ─escucho su voz, lo que me hace girar; lleva un cuello ortopédico, me relaja verla al menos sentada dentro de una ambulancia.

─Quédese quieta y verá que dolerá menos ─la reprende un paramédico, sonrío con su gesto burlesco imitando lo antes dicho por el tipo.

─A ver, yo me encargo ─me les acerco, el paramédico me entrega el algodón con alcohol y nos deja solos ─. ¿Te duele?

─Doler, doler como tal no, pero sí es molesto ─sigo limpiando una pequeña abertura en su mano ─. ¿Me perdonas?

─No.

─ ¿Por qué no?

─Porque todo lo hiciste a propósito, querías volverme el carro una mierda.

─De paso di que quería matarme ─me quita el algodón y se empieza a limpiar ella misma ─. Es ilógico, ¿crees que he querido tener un accidente donde posiblemente pude haber muerto?

─No te alteres ─la sujeto de las manos ─, mira tu estado.

─Como si te importase.

Me importa.

─ ¿llamaste a tu familia? ─niega ─, hazlo, deben saber que tuviste un accidente.

─Mi padre tiene problemas cardíacos, si se entera de esto se va a poner mal.

El profesor Miller © (SIN CORREGIR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora