Cap 6: ¿Por inmadura ó fácil?

14.6K 1K 163
                                    

La mañana siguiente, después de asistir a la primera clase le envío un mensaje a Sam en lo que llega el profesor siguiente ─: Hey, ¿amaneciste viva?

─Regia ─me contesta enseguida y continúa escribiendo ─, anoche conocí a un chico encantador, mi futuro novio. Se tenía que decir y se dijo.

Le vuelvo a escribir ─ ¿Tú hablando de compromiso?

─Amiga, cuando llega, llega. Oye, ¿qué pasó con tal Evan?, ¿terminaron en la cama?

─En el único lugar donde terminamos fue en McDonald, se me antojó comer algo para bajar la ansiedad.

─Pol dio, Verónica, cierra el pico. Nena, en serio te envidio, yo jamás podría comer tanto sin perder la figura. Eres mi modelo inalcanzable.

Trato de responderle a Sam pero una figura masculina que reconozco se planta frente a mí. Ricardo.

─A ver ─me quita el móvil y lo echa en un canasto junto a otros más ─, nadie puede usar esos aparatos en mi clase.

Mis compañeros gruñen por lo bajo pero con la cara que planta Miller todos dejan de hacerlo, excepto yo.

─Señorita Engel, si tiene problemas con mis reglas de clase puede tomar sus cosas e irse.

Abro la boca para protestar pero su celular empieza a sonar, y por la cara de fastidio que hace deduzco que es Renata. Se excusa con todos y sale del aula para contestar.

─Prédica pero no aplica ─comentan todos.

─ ¿En qué íbamos? ─entra al salón. Hoy está guapo como siempre pero con el defecto de que carga arrogancia y varios costales de mal humor ─, ah si, la señorita Engel iba a decir algo, hágalo rápido que no tengo todo el día.

¿Por qué actúa así? Entiendo que disimule lo que pasa entre nosotros pero de ahí a que exagere me cabrea.
En esta oportunidad me quedo callada, sé que puedo romper todos los códigos éticos que hay entre un alumno y un profesor, aunque ya rompí la mayoría.

La clase termina y me quedo esperando estar a solas con Ricardo, quiero hablar con él de su indiferencia, en toda la clase me ignoró e inclusive me dejó con la palabra en la boca cuando quise participar.

─Ricardo, ¿te pasa algo conmigo?

─ ¿Qué me puede pasar? ─sigue guardando sus cosas en el maletín, haciendo de eso la excusa perfecta para no mirarme a la cara.

─Eso quiero saber. Te siento distante, como si no quisieras verme.

─Es que no quiero verte ─dispara ahora sí anclando sus mares en mí.

Mi pecho se aprieta y mi corazón late de forma violenta. Por dentro estoy resquebrajada.

─No cabe duda de que alguien como tú jamás entrará a mi vida, aún peor si me confiesas que te gusto y luego te vas con otro.

Aquella coraza que estaba armando para contraatacar se desvanece, siento que me desarma.

─No me mires así, Verónica, sabes de qué te hablo, anoche te envié la foto que recibí de ti besándose con otro ─mi cabeza duele por tanta información.

─ ¿Qué?

─No te hagas la inocente, ya me enteré de todo, no me lo niegues.

Antes de seguir preguntándole prefiero mirar los mensajes que no alcancé a revisar por la mañana. Efectivamente hay un mensaje suyo, abro el chat y me llevo la sorpresa de que hay una foto mía con Evan en el bar, nos estamos besando, hasta ahí no es mentira, pero ¿quién lo hizo?¿quién pudo tomarnos foto?

El profesor Miller © (SIN CORREGIR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora