Capítulo 12

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Los ojos de Kyle estaban completamente grises mientras la observaba en silencio, ella se había quedado muda después de lo que el moreno le había confesado. Y no era para menos.

Enterarse de que su padre tenía otra vida no era algo que sentara demasiado bien, y menos cuando la estaba viviendo tan cerca de su familia. O al menos de la familia a la que ella pertenecía.

Su cabeza iba a explotar, durante las últimas 24 horas no habían ocurrido más que sucesos extraños y revelaciones que quitarían el hipo a cualquiera.

Habían pasado cuatro minutos en completo silencio mientras las palabras resonaban como el golpeteo de un martillo en su cabeza:

"George era mi padre también."

No era capaz de articular palabra, las piernas le habían empezado a temblar y sentía que se desmoronaría allí mismo. Tanto física como emocionalmente.

Sentía el ardor de las lágrimas en los ojos, pero se negaba a llorar delante de él. Se negaba a llorar delante de nadie.

Se dejó caer en el sofá, con la mirada perdida y sintiendo un frío que no era para nada normal.

Primero había sentido calor, la ira supuso, pero ahora era todo lo contrario, sentía como si cada parte de su cuerpo se congelara impidiéndole mover un ápice su cuerpo.

Kyle debió percatarse de que algo no iba bien porque se acercó como un rayo y se sentó en la mesa de cristal para quedarse justo frente a ella.

-¿Ava?-Pasó su mano frente a ella, pero no reaccionó. Su mente estaba a mil años luz de aquella casa, recordando todos los momentos que había pasado junto a su padre y sin entender cómo había podido hacerles eso.

Kyle se sentó junto a ella y se acercó lo suficiente para darse cuenta de que seguía respirando, pero aún así no volvía en sí. Así que solo se le ocurrió una idea para hacerla volver.

Se acercó lentamente, tomó aire y con un ágil movimiento giró el rostro de la muchacha para poder juntar sus labios.

El primer contacto fue reanimador para ella, quien pudo sentir los suaves labios del moreno mientras se movían con armonía junto a los suyos. Era una sensación agradable, incluso podría decir que le estaba gustando más de lo que esperaba.

Hasta que la realidad se impuso y se apartó de golpe, asqueada y llena de culpabilidad y horror a partes iguales.

-¿Qué has hecho?-Preguntó aún en shock. Sus ojos verdes le miraban con horror, como si acabara de ver como apaleaba a un bebé.

-Besarte. Creo que es obvio. Quizá sea mejor que no se lo digas a tu "novio".-Dijo haciendo comillas con los dedos al decir esa última palabra.

Ava seguía sin poder creérselo.

-¿Es que acaso no acabas de decir que somos hermanos?-Preguntó con incredulidad. Él sonrió de lado, con malicia y diversión a partes iguales.

-Yo no he dicho eso.

-George era mi padre también. Eso has dicho.-Insistió.

-Correcto. Pero que fuera mi padre no quiere decir que tú seas mi hermana.

-Basta. Como no empieces a ser más conciso creo que la que va a atropellarte voy a ser yo.-Dijo masajeándose las sienes. La cabeza había empezado a dolerle.

-Me dijiste que te contara la verdad, pues esta es la verdad.

-¿Y por qué ahora?-Quiso saber.-Hasta hace unas horas no querías que Andrew me contara ni una sola palabra de lo que sea que ocultas. ¿Qué ha cambiado?-Él la miró con la duda en la mirada. Ava pudo apreciar que no estaba cien por cien seguro de lo que estaba a punto de decir, pero aún así lo hizo.

-Todo, pequeña Willem.-Se levantó del sofá con un suspiro y se puso tras ella, agarrándola por los hombros. El contacto la hizo estremecer.

-Un momento. Si mi padre era tu padre, ¿por qué te apellidas Monroe?-Alzó el cuello para verle a los ojos. Una sonrisa se formó de nuevo en sus labios mientras la miraba desde la altura que estar de pie le facilitaba. Esa sonrisa de superioridad por saber algo que ella no, pero con algo de orgullo hacia ella por haber sido atrapado.

-Mi padre biológico se apellidaba Monroe. Mi padre adoptivo era George Willem. O al menos, el idiota que dejó embarazada a mi madre era George Willem.

-¿Me estás diciendo que tengo una especie de hermano?-Él asintió.-¿Y por qué se supone que me entero ahora?

-Porque él no ha sido capaz de ayudarme, así que quizás tú si puedas.

-¿Ayudarte a qué exactamente?

-Haces muchas preguntas, ¿te lo había dicho alguna vez?-El tono de voz del joven había ido disminuyendo mientras su mirada se turnaba entre los ojos y los labios de Ava. La morena notó como los centímetros que los separaban iban disminuyendo poco a poco, su corazón se aceleraba a cada segundo que mantenían la distancia tan corta.

Y justo cuando ella no fue capaz de responder y él estaba a punto de volver a juntar sus labios, la puerta de la entrada se abrió, haciendo que él se pusiera erguido de golpe y ella mirara al frente. Incómoda y enfadada consigo misma por no haber sido capaz de decirle que se apartara.

¿Qué estaba pasando con ella? ¿No se suponía que era Andrew quien le gustaba?

Las pisadas se escuchaban cada vez más cerca, aproximándose por el pasillo hacia el salón. Escuchó cómo las llaves que habían abierto la puerta eran dejadas en algún recipiente del pasillo que la morena había pasado por alto al entrar. A continuación las pisadas continuaron y la joven pudo distinguir dos ritmos distintos de pasos.

Cuando vio aparecer a Andrew por la puerta no pudo por menos que abrir los ojos y soltar algo que no debía.

-Y hablando del rey de Roma...-Kyle y McKellen la miraron, siendo conscientes de que nadie había hablado de él, puesto que la habitación estaba en completo silencio gracias al casi segundo beso.

-¿Qué haces en pijama?-Le preguntó divertido, pasando totalmente por alto el hecho de que había pensado en alto. O quizá no lo había pasado por alto y simplemente había usado su atuendo para ocultar la reacción de darse cuenta de que ella estaba pensando en él.

-Es largo de explicar. Me he despertado y la urna estaba en su sitio, mi madre no había ido a trabajar, mi primo hacía como si nada hubiera pasado y he visto a un tío muy raro salir de...-Las siguientes palabras fueron interrumpidas por el más absoluto de los silencios. Por la puerta por la que había entrado Andrew acababa de entrar otra persona.

Una persona que pensó que nunca jamás volvería a ver. Sus ojos verdes, su pelo negro como el carbón y su sonrisa que era tan parecida a la suya...

-Ava.-Comenzó Kyle con un tono demasiado divertido para el gusto de la morena.-Este es Liam. Liam, te presento a Ava. Este es nuestro querido hermano, Liam Willem.

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Hohoho Feliz Navidad!
Espero que sus cabezas puedan aguantar las cosas tan raras que pasan por la mía jeje
Hasta la próxima ❤️
XOXO🥰
🥊 🥊 🥊 🥊

NO SOLO UN BOXEADOR ||Pausada||Where stories live. Discover now