Capítulo 9

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Los brazos se le habían dormido y sentía que seguir hacia adelante era una auténtica tortura innecesaria, pero a la vez creía merecerlo por haber sido tan ingenua y no haberse dado cuenta antes.
Lo que no entendía era por qué McKellen no le había dicho que había sido su amigo con su coche el que casi la atropella.
En parte su mente sabía que estaba haciendo un auténtico drama del tema, pero también hay que tener en cuenta el alcohol que había en su organismo. Para ella ahora el hecho de que Andrew no le hubiera explicado nada era un pecado capital.
Seguramente cuando el alcohol dejara de influir en su mente se sentiría mal por haberle golpeado y haber salido huyendo, pero ¿por ahora? Sentía que había hecho lo correcto.
Escuchó el rugir de un motor tras ella, en realidad lo llevaba escuchando varios minutos, pero ahora se oía más cerca, lo que significaba que el coche estaba justo detrás.
Eran más allá de las cuatro y media de la mañana y la única luz que iluminaba su camino sin rumbo eran las luces del coche que la seguía.
Frustrada, tiró las muletas y se dejó caer al suelo sin saber muy bien qué estaba haciendo. Solo quería acurrucarse y llorar.
El coche se detuvo y unos pasos se acercaron a ella.
-¿Puedes levantar tu maldito culo y hablar conmigo?-Esa voz le resultaba familiar pero no sabía identificarla.
-No.-Dijo sin siquiera mirar al hombre que le había hablado.
-Eres una maldita cría. Exasperante.-El hombre bufó y se dio la vuelta dispuesto a volver al coche pero entonces ella reaccionó.
No iba a dejar que la insultaran.
Intentó levantarse tan rápido que apoyó el pie y le dolió tanto que casi vuelve a caer. Y digo casi porque unos brazos la sujetaron para impedirlo.
Alzó la mirada esperando encontrarse a su primo, Paul, Jonás e incluso quizá al traidor de McKellen, pero para su asombro los ojos que se encontró oscilaban entre el gris y el azul.
-Casi me matas.-Bufó como si escupiera veneno. El moreno frunció el ceño y la soltó de golpe.
-Acabó de evitar que te caigas.
-No estaría así de no haberme casi atropellado.
-No te habría "casi" atropellado si no hubieras pasado sin mirar.-Bufó él en respuesta haciendo un énfasis bastante sarcástico en el "casi".
Y aunque sabía que él tenía toda la razón aún le odiaba por no haber bajado del coche. Le odiaba por tener razón. Y le odiaba porque el alcohol de su organismo estaba gritándole que lo hiciera. O que le besara. Y eso último si que estaba segura de que no pasaría.
-Te odio.-Escupió.
-Golpéame si te sientes mejor pero eso no cambiará que eres una cría.-Alzó la mano para golpearle la cara pero una mano detuvo el impacto.
-Creo que has pegado a suficiente gente por hoy. Te llevo a casa.-Andrew la miraba entre consternado, decepcionado y admirado. Ella, en cambio, no podía apartar la mirada desafiante de los, ahora grises, ojos de Kyle.

-No me toques. Puedo ir sola.-Respondió a la vez que daba un tirón para zafarse del agarre del médico.

-Estás exagerando las cosas, todo tiene una explicación.

-Pues ya estás tardando en decirla.-Le desafió ahora mirando a sus oscuros ojos fijamente. En ellos pudo ver la duda y la indecisión. Andrew miró a su amigo y luego a ella, repitiendo el movimiento varias veces.

Kyle estaba en el mismo sitio que antes, pero ahora negaba con la determinación en la mirada.

-No puedo decírtelo, linda. Lo siento.-Sus ojos rehusaron de los de ella, no era capaz de mirarla directamente a la cara. Ella resopló exasperada y cansada de la situación. Le dolían hasta las pestañas y el alcohol estaba dejando de hacer efecto, dando paso a un inmenso sueño y a algo parecido a la culpabilidad.

-¿Entonces qué se supone que ibas a explicarme tú?-Retó a Kyle, a quien pilló totalmente desprevenido.

El moreno la miró como si estuviera mirando a un alien y dio un paso hacia ella, la joven permaneció inmóvil, siendo consciente de lo grande que era aquél hombre en comparación a ella, era incluso más alto que Andrew.

-Intento vivir del boxeo, "linda".-Miró a su amigo al pronunciar el apodo cariñoso que le había puesto, burlándose de él.-Si descubren mis trapos sucios, o me ven salir del coche que casi atropella a una cría, no será posible. ¿Puedes comprender eso?-Golpeó suavemente la sien de Ava con su índice derecho, consiguiendo exasperarla aún más. ¿Acaso tenía que ser tan desagradable?

-Eres un imbécil.-Kyle rodó los ojos y retrocedió los pasos andados hasta apoyarse en el coche.-Y lo siento, pero no descansaré hasta averiguar qué mierda te traes entre manos.

-¿Sí? Qué bien. Pero corre, Cenicienta, la carroza está a punto de convertirse en calabaza.- Se burló.

-Es verdad, el caballo ya se ha convertido en rata.-Dijo, consiguiendo una sonrisa burlona por parte del moreno. Ella por su parte cogió las muletas del suelo como pudo y tras darle una última mirada a Andrew comenzó a caminar de nuevo hacia el almacén. Esperaba que los dos idiotas que había dejado atrás se subieran al coche y se fueran, pero no cedieron tan fácilmente. Dieron la vuelta con el coche y se pusieron a su altura. Kyle parecía aburrido, como si estuviera allí por obligación.

Andrew, que iba conduciendo, bajó la ventanilla.

-Sube, no seas cabezona. Te llevo hasta la fiesta y allí llamas a Edy.-Ava lo miró de golpe, siendo consciente de que había llamado a su primo por su nombre y ella no se lo había dicho.

En ese momento la pelea de hacía unos minutos se le vino a la cabeza y frenó en seco para examinar el rostro de los dos hombres que tenía al lado. Andrew tenía pequeñas heridas en el rostro e incluso pequeños moratones amenazaban con salir, pero Kyle no tenía absolutamente nada. La morena achicó los ojos, mirando de uno al otro unos instantes y parándose finalmente en los ojos de McKellen.

-¿De qué conoces a mi primo? ¿Y por qué golpeaste a tu supuesto amigo?-Esta última pregunta fue para Kyle, quien había cambiado la expresión a una un tanto más sombría.

-Haces demasiadas preguntas. ¿Subes o te quedas?-Le respondió en un tono más brusco del empleado anteriormente, ganándose una mirada de desaprobación de Andrew. Mirada que ignoró completamente.

-¿Podéis dejar las peleas de críos para otro momento? Son casi las 5, deberías estar llegando a casa.-La morena lo miró con los ojos entrecerrados.

No recordaba haberle dicho la hora que su madre le había impuesto como toque de queda, pero también podría habérselo dicho su primo en el rato en el que estuvieron juntos.

Otra cosa que le vino a la cabeza fue la hostilidad con la que Edgar le negó que se fuera con Andrew, algo más que debía añadir a la lista de lo que no entendía de aquella noche.

Tras sopesarlo unos segundos decidió hacerle caso y subió a la parte de atrás del coche, intentando ignorar a los dos idiotas que tenía delante.

Su teléfono sonó escasos minutos después, era Edgar.

-¿Dónde estás?-Preguntó con un tono bastante preocupado y alterado.

-Llegando al almacén. ¿Tú?

-En la puerta de tu casa, los chicos están intentando calmar a tu madre.

-¿Qué? ¿Por qué la habéis despertado?

-No hemos sido nosotros.

-¿Puedes dejar de ser tan imbécil e ir al grano?

-Os han robado. -Con esa afirmación parecía estar más molesto que preocupado.

Otro punto a añadir a la lista. A este paso iba a ser interminable.

-¿Y se puede saber el qué? No tenemos nada de valor.-Los chicos que la acompañaban se miraron entre sí a la vez que el conductor aceleraba y el copiloto maldecía en un idioma que no pudo entender.

-Las cenizas de tu padre.-La sangre pareció abandonar su cuerpo hasta tal punto que casi se desmaya.

¿Para qué querría alguien llevarse las cenizas de un difunto que llevaba muerto más de dos años?

***
Damas y Caballeros, la Belén que enrevesa hasta su Alma ha vuelto!! ¡Denle la bienvenida a un cúmulo de sucesos que ni Cristo entenderá hasta pasados unos capítulos!
Vale, ya me callo🤭❤️
🥊🥊🥊🥊🥊🥊

NO SOLO UN BOXEADOR ||Pausada||Where stories live. Discover now