-Jiminnie –le llamó cariñosamente Hoseok cumpliendo con su deseo, o parte de él-, ¿Quieres jugar conmigo? –preguntó intentando distraerlo, pero el menor negó sin dejar de sollozar. Quería a su padre.

Tyrone suspiró antes de darse la vuelta e irse hacia las habitaciones, buscando el apoyo (que debería de tener sin necesidad de pedirlo) de su esposa, ya casi prediciendo lo que obtendría. La triste verdad era que ella no quería estar a solas con el bebé recién nacido, buscaba cada excusa para no ser quien lo cargara, aceptando a regañadientes amamantarlo cuando se negaba a tomar la fórmula del biberón. Ella no sentía un vínculo con el pequeño, relación que su esposo no ayudaba a fortalecer al tacharla de insensible y que ese era su único trabajo como madre. En realidad, ambos se hacían daño, donde hubo mucho amor, solo quedaba rencor producido por malas decisiones. Era culpa de ambos, y lamentablemente, sus hijos eran quienes recibían directamente todos esos malos sentimientos.

Por ello regresó aún más tenso con Jungkook en brazos, dejándolo en recostado en una gruesa manta en el suelo, apoyándolo en una almohada y dejándole peluches alrededor. Entonces, se centró en el pequeño llorón.

Jimin aprovechó para estirar sus brazos haciendo un notable puchero, siendo cargado por su padre y sentado sobre sus piernas, recibiendo las caricias que quería sobre su cabeza –Jimin, Hoseok, sé que es difícil –les habló a los dos-, yo también me enojé cuando llegó mi hermana menor, pero la quiero mucho, ¿Recuerdan?

El mayor asintió mientras Jimin ponía mayor atención en las caricias de su padre, y le corrigió –Diminnie. –el hombre asintió y beso su frente susurrando con cariño.

-Jiminnie, mi pequeño Jiminnie. –su voz sonó dulce, llena de amor. Tyrone no estaba tan preocupado, no en ese momento, pensaba que solo se trataba de una mala etapa, que luego su esposa reaccionaría y sería la amorosa madre que él esperaba tuvieran sus hijos, por lo que no veía un mal futuro para su pequeña familia, claro que no.

» Somos un equipo, una familia –siguió hablando-, y juntos tenemos que ayudarnos, ¿Cierto? Ustedes son ahora hermanos mayores de Jungkook –señaló al bebé y Jimin le miró atentamente, de nuevo-, lo cuidarán así como omma y yo cuidamos de ustedes.

-¿Lo vamos a cuidar? –preguntó Jimin volteando a ver a su padre, viéndole asentir.

-Así es, cuando este durmiendo no vamos a hacer ruido para que no se despierte asustado, cuando este comiendo no lo vamos a molestar, cuando este llorando me dicen para arrullarlo, ya sea yo u omma, ¿Lo harán?

-¡Sí! –Hoseok exclamó seguro, poniéndose derecho como soldado al que le asignan una importante misión. Jimin rió al verlo.

Notando que no había contestado, y que se veía aun un poco decaído, Tyrone sonrió levemente y le dijo al cachetón –Y así como cuidaremos de él, yo cuidaré de ustedes, uhm, por ejemplo –fingió pensar demasiado levantando la cabeza para ver al techo, haciendo que el pequeño entre sus brazos se fijara en su perfil atentamente, esperando a que continuara-... cuando estén tristes mis niños ¡Les daré cosquillas! –exclamó antes de ir a atacar el estómago de su pequeño hijo.

Jimin empezó a reír con fuerza, removiéndose entre los brazos de su padre buscando salirse de ahí para escapar de las cosquillas que solo le hacían reír y reír, casi soltar las lágrimas de tanta risa -¡APPAAAAA!

Hoseok también se empezó a reír, más cuando su padre le pidió ayuda para atacar a Jimin y cuando menos se lo esperó, ahora él también estaba recibiendo cosquillas, todo esto sin saber que el ruido llamaba mucho la atención del bebé que estaba moviendo sus ojos de un lado a otro buscando de dónde venía tanto escándalo, haciendo muecas que cualquiera asemejaría a una sonrisa.

Cosas De Adolescentes - NamjinOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz