Capitulo 38.

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Marinette miraba a su hija con amor sabiendo que un par de ojos azules las miraba a ambas.

No sabía que hacer realmente ante la presencia de Chloe. Pero una cosa estaba clara, ella ya no era una adolescente y mucho menos una universitaria sin responsabilidad.

Para empezar ya no era una universitaria, había tenido que dejar sus estudios debido a su todo lo que había sucedido, y ahora lo más importante para ella era su pequeña.

Su mirada fue hacia la rubia y quedó paralizada cuando se encontró con la mirada de esta. Sus ojos azules expresaban sin ningún miedo todo lo que la rubia estaba sintiendo, Marinette podía ver un profundo sentimiento en ellos y eso la aterró.

Jamás había visto aquellos ojos mostrarse así antes, ni siquiera cuando la rubia decía sentir algo por ella. Entonces... ¿Por qué ahora mostraba está expresión tan cálida?

Justo cuando Marinette abrió ligeramente los labios para decir alguna palabra, la puerta que conducía a la pastelería se abrió haciendo que ambas jóvenes voltearan a ver de quién se trataba.

-Perdón por interrumpir. -hablo Mariel con una mueca. -tenemos un pequeño problema, se nos están agotando algunos pastelillos... Y mi abuela me pidió que le pregunté.

-De acuerdo. -hablo Marinette acercándose a la joven adolescente e ignorando la presencia de la rubia.

Chloe por su parte continuo mirando a la azabache quien había tomado una postura sería y profesional, muy diferente a la joven tímida que era hace dos años atrás, aunque si un recordaba mal era muy responsable con el negocio. Era bueno saber que algunas cosas no habían cambiado.

En algún momento Marinette bajo a Denisse quien rápido hizo su camino hacia la pastelería bajo la mirada de su madre.

-Bien. -dijo Mariel al terminar de oír las instrucciones de su jefa temporal y regresando hacia el mostrador.

-tal vez deberíamos tener una conversación cuando yo no esté tan ocupada. -dijo Marinette volteando a ver brevemente a la rubia.

-Tal vez. -contesto Chloe con una débil sonrisa. -tambien... Tengo que ir a una reunión así que no podía quedarme mucho tiempo. -explico la rubia mientras caminaba hacia la salida junto a Marinette quien ya se encontraba buscando con su mirada a su traviesa hija.

-Denisse... -hablo la azabache al no poder ver a su hija cerca del mostrador o con Amelie, lo cual comenzó a asustarla. -Denisse, amor... -dijo en un tono más alto y caminando con rapidez por el lugar.

Chloe abrió los ojos asustada al percatarse de la ausencia de la menor y siguió a Marinette. La azabache por su parte salió por la puerta del local a la cual permanecía abierta debido a la gente que entraba y salía del lugar, el miedo comenzó a crecer en su interior al imaginarse que su pequeña podría perderse si no llegaba a encontrarla.

-¡Denisse! -grito al salir y volteó hacia todas las direcciones hasta detenerse en una pequeña figura que rápidamente identifico como su hija junto a otra persona que se encontraba en cuclillas. -Dios... No hagas esto otra vez mi vida. -dijo Marinette mientras se acercaba a la menor y la tomaba en brazos. -Muchas gracias por... -pero sus palabras murieron al encontrar unos penetrantes ojos verdes los cuales le resultaron tan familiares.

-Mari... -dijo en un débil susurro y Marinette noto que la voz era igual que hace dos años atrás.

-Eva... Evangeline... -hablo con cierto temblor. Realmente este día comenzaba a ser demasiado para la azabache quien no esperaba reencontrarse con tantas personas.

-Lǜ (verde) -hablo la pequeña azabache con una risa mientras señalaba los ojos de una sorprendida castaña.

Tanto Marinette como Evangeline miraron a la pequeña Denisse quien aplaudía alegremente por saber de qué color eran los ojos de la castaña.

-Marinette.. - la voz de Chloe fue quien sacó a ambas mujeres de su trance e hizo voltear a la azabache mayor. -oh gracias a dios... Aquí estaba la pequeña. -dijo con alivio al ver a la pequeña en brazos de la chica. -no nos asustes así pequeña. -comentó Chloe con una ligera sonrisa y pasando su mano por el cabello de la pequeña quien reía alegremente ante el gesto de la rubia.

Fue entonces que Chloe levanto la mirada y se encontró con la castaña que hacía más de un año que no veía. No era una sorpresa total verla ahí pero si lo fue la apariencia que está tenía.

Evangeline se veía claramente más delgada y pálida, se podían ver las ojeras que está tenía debajo de sus ojos. Tal vez la partida de la azabache había sido muy dura para la castaña tanto como para ella lo fue.

La mirada sorprendida de Evangeline paso de la azabache a la rubia con gran confusión para al final aterrizar en la pequeña niña en los brazos de la azabache quien mantenía una mirada llena de inocencia.

Marinette cerró los ojos por un momento intentando de algún modo desaparecer su reciente dolor de cabeza. ¿Quien faltaba por aparecer ahora? ¿Nino?

-Yo... Eh.. mm...- Evangeline intentaba hablar ante la sorpresa de realmente encontrarse con Marinette pero su mente se había quedado en blanco.

Chloe suspiro notando el incómodo ambiente que se había formado y decidió que era el mejor momento para retirarse y pensar en lo acontecido hoy.

-creo que yo me retiraré, espero que podamos vernos en otra ocasión. -dijo mirando a Marinette en todo momento.  -Evangeline. -dijo finalmente viendo a la castaña y dando un asentimiento de despedida.

Por otra parte Marinette sabía exactamente lo que tenía que decir y se dispuso a terminar con eso.

-Evangeline... -hablo y la castaña se mantuvo en silencio indicándole a Marinette continuar. -primero que nada te debo una disculpa por todo lo que sucedió luego de.... Lo que me sucedió. Por favor perdóname. -dijo inclinándose ligeramente ante los sorprendidos ojos esmeralda. -y segundo quiero presentarte a mi hija Denisse, está por cumplir los dos años.

Los ojos de Evangeline mostraron dolor al escuchar esas palabras, Marinette tenía una hija y sabia que la única opción sería que haya sido resultado de aquella violación. Pero mirando bien los ojos brillantes de la azabache podía decir que esta no se sentía triste o deprimida como hace dos años atrás antes de que se fuera.

-Oh.. es muy bonita. -dijo sinceramente y agradeciendo a Dios que la niña fuera más parecida a la azabache mayor que al mounstro ese.

-se que hay mucho que debo contarte y explicar. -comenzó Marinette. -Pero ahora mismo no puedo, la pastelería toma mucho de mi tiempo hoy mismo y si no te molesta podemos reunirnos otro día donde yo tenga el día libre y hablar un rato junto a todos los demás.- dijo Marinette sonriendo en modo de disculpa.

-Claro.. -dijo Evangeline con algo de decepción en su voz. -Pero.. puedo preguntar algo?

-Claro.

-¿Tú... Estás con alguien ahora?

Aquella pregunta sorprendió algo a Marinette quien realmente no sé esperaba que la castaña sacará ese tema tan rápido.

-No. -Respondió honestamente. - no he estado con nadie desde que me fui de París o antes de eso.

Evangeline asintió para luego despedirse de la azabache y su pequeña hija prometiendo reunirse cuando el trabajo de Marinette fuera menor.

Poco sabía Marinette que su llegada a París no solo traería consigo reencuentros agradables, sino también encuentros desagradables y dolorosos los cuales venían con el único objetivo de destruir su pequeña felicidad y familia.










































Hola a todos, espero que estén bien y les deseo lo mejor.

Yo he estado un poco enferma estos últimos días y aunque llevo algún mes o dos sin actualizar no me pienso disculpar.

Mi trabajo se está complicando y realmente no puedo darme el lujo de perder lo que paga mi internet o la comida de mis gatos así que me estuve matando en el trabajo durante este tiempo.

Cómo sea, espero que estén bien y les guste el corto capitulo que les traje con un final algo inquietante ....

¿Que creen ustedes que suceda?

Nos vemos.

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