- ¡¿Qué has dicho?! -Sobrereaccioné
- Tú te alejaste, ¿Qué se suponía que hiciera? Había insistido tanto como pude... -Lo tomé de la camisa con furia, un par de profesores nos miraron sorprendidos
- Tú método es un asco, vamos a un salón -Disimulé improvisadamente y lo arrastré hasta el salón, auna vez dentro lo tiré hacia la silla. Él se mantenía en silencio -¿Quieres explicarme?
- Ya te lo dije, tú había tomado otro rumbo, yo solo quería olvidarte
- ¿En verdad quieres hacer eso? -Pregunté irritada
- No lo sé, en el momento parecía una buena elección, yo... -Desvió la mirada con amargura -Te hice mucho daño, por eso no tengo derecho de seguir molestándote
- Tienes razón, lo que hiciste fue horrible... -Tomé una silla y me senté frente a él -Pero... ¿Acaso no era natural mi reacción? Apenas empezaba a recordar y... Estaba confundida... -Lanzó una risita
- Por un momento creí que había venido a saborearme -Furiosa lo patee haciendo que cayese sobre su espalda aún sentado en la silla -¿Q-que estás...?
- ¿Cómo pudiste pensar algo así de mí? -Desvió la mirada
- ¿Sería tan raro?
- Ya veo... Entonces no has cambiado nada -Su expresión de volvió culpable, parecía querer excusarse pero no le di oportunidad -Me equivoqué al tratar de insistir, es evidente que sigues pensado como aquella vez -Suspiré y empecé a sacar el violín -Espero estés preparado, te haré sangrar
______________________________- Emily, deja de decir estupideces -Empezaba a arrepentirme de haberla acompañado a caminar
- Solo digo lo que pienso
- A mí me parece que tiene carácter, tú misma la viste dirigir
- Bueno... En eso tienes razón... -Me sorprendió su consentimiento
- Vamos, nunca te la llevas bien con ninguna chica, ¿Por qué no le das una oportunidad? Ya desechaste a nuestras otras compañeras...
- ¿Cuál es la prioridad en tener una amiga? Vicent, eres demasiado dramático -Me detuve junto a una puerta lateral
- Espera, me pareció oír una voz conocida...
- ¿Qué voz...? -Emily acercó la oreja...
- ¡¿Ya te cansaste?! -Ambos dimos un brinco de la impresión -¿Es mucho trabajo para la princesa?
- Eso es muy cruel... -Susurré intimidado
- Vaya, me dan ganas de tener un alumno -Sonrió Emily con malicia
- Te volveré a asignar a tu antiguo profesor, pero te advierto que si decides continuar en el conservatorio no te la pondré fácil - La puerta se abrió de golpe dejándonos a ambos como un par de fisgones -¿Qué hacen aquí? -Ann preguntaba manteniendo una expresión terrorífica
- D-disculpa, solo estábamos de paso... -Emily en cambio no ocultaba su indecencia
- ¡Qué carácter! Podrían sancionarte si te oyen tratar así a tus alumnos -Rió ella, el ceño de Ann se contrajo con furia
- Puedo pedir que los sancionen a ambos por espiar en una clase privada
- No hablas en serio... -Emily parecía sorprendida
- ¡Largo de aquí!
- ¡S-sí! -Ambos nos alejamos aterrados
~
- ¿Me sabotearás? No es algo maduro -Jadeó Antonio
- No lo es, pero no me importa - Lo miré irritada, ese imbécil en verdad era tentador aún cuando no hacía ningún esfuerzo -Maldición -Me largué de allíDebido a que los alumnos de nivel medio solo asistían a sus clases estos se marchaban una vez terminaban sus jornadas. Ese día me había interesado en ver a Antonio, quién fue recogido por su propio auto a horas de la tarde, Anya se bajó a recibirlo con un beso en los labios. Yo los veia a la distancia, destrozando la persiana entre mis dedos
- Así que el que te interesa es el corchentino de la orquesta mediocre, al menos es lo mejor de lo peor -Aquella rubia me espiaba nuevamente
- ¿No tienes algo mejor que hacer que espiar a la gente? -Ella carcajeó
- Bien podría preguntar lo mismo -Me giré para notar que aquellos dos ya se habían marchado
- Tch... -Arreglé la persiana -¿Querías algo?
- La verdad no, tengo algunas horas libres -La miré intrigada
- Ahora que lo pienso, ni siquiera sé tu nombre -Su rostro se puso rojo
- ¡¿No sabes mi nombre?! ¡Estás bromeando! ¡Soy muy popular!
- Pues yo no te conozco -Me burlé sin querer
- ¡Oye! ¡He sido reconocida por muchas orquestas a nivel nacional! Mi nombre es reconocido entre los mejores músicos de nuestro país, si no me conoces es porque seguramente vives en una cueva
- ¿Me dirás cómo te llamas?
- ...Emily Grey
- Hmmm sí, tú apellido me suena
- Es porque mi padre fue el director de la orquesta de Alemania -Admitió con amargura
- Tienes razón, he oído hablar de él. Debe ser fácil subir teniendo a alguien tan cercano con esa importancia
- ¿Me estás diciendo enchufada?
- Bueno, ingresaste aquí así que sin dudas tienes talento
- ¡Sí! ¡Y mucho más del que tú tienes!
- No me gusta hablar de talento, pero estoy segura de que toco mejor que tú -La puerta de la oficina se abrió dándole paso a Vicent, quién llegaba en muy mal momento
- Chicas, adivinen que... -Ambos lo ignoramos
- Si tan confiada estás, ¿Por qué no competimos? -Exigió tomando su estuche
- Me parece bien -Recogí el mío y la seguí con decisión -¿Estarás ocupado Vicent?
- ¿Eh? Pues yo les quería decir... -Emily lo tomó por el brazo
- Lo que sea puede esperar, tú serás el juez -Él continuó resignado
- ¿Qué tocaremos?
- Hmmm, ¿Qué te parece la primera serenata que compuso el señor Hang? Es tan fastidiosa que solo observarla cansa
- Que sea la tercera -Repliqué -Como no está en el repertorio seguramente no te has tomado el trabajo de verla
- ¿Qué hay de ti? -
- No me gustan esas obras -Sonrió extrañamente satisfecha
- Entonces estamos igual
Una vez en la sala cerramos las puertas para evitar ser molestadas, afinamos nuestros violines y nos colocamos en posición
- Solo cuentan las anotaciones originales -Exigí -Ademas tocaremos la obra completa, solo un error y fallaste
- Habla por tí misma -Dijo montándose el violín -Tocar rápido no cubrirá tus desafinaciones
Irritada también me alisté, Vicent nos llevaría el tiempo por lo que nos ayudó a comenzar.
A pesar de ser una lectura complicada ella parecía tomárselo con tranquilidad, su método era precioso, nunca había sido buena dándole color a las sonatas suaves, en realidad, era conocida por mi velocidad y precisión, fue cuando llegó el coro andante el momento en el que se notó la diferencia. Ella sin dudas tenía problemas con el ritmo, y aunque aún no se equivocaba, las notas empezaban a sonar rasposa. Al final, terminábamos igual por sectores distintos.
Repetimos la obra seis veces, Vicent también estaba cansado de marcarnos el tiempo
- Esto es ridículo, dejenlo ya -Replicó guardando la pluma con la que nos dirigía
- Aún no termina, yo soy mejor - Emily aún tenía energía
- Si eres mejor, ¿Por qué suenas tan asustada en los paseos largos de la obra?
- Tch, al menos mi melodía suena dulce y no rasposa
- Hmp, la melodía lenta solo ocupa el 35%, ¿Quién ha tocado mejor entonces?
- ¿Disculpa? Eso es el coro, por importancia significa que soy mejor
- ¡Dejen la estupidez! -Vicent nos golpeó a ambas en la cabeza con un cuaderno
- Ay... Eso no era necesario -Me sobé la cabeza
- ¡Claro que no! ¡Recuerda cuál es tu lugar! -La volvió a golpear -Ay...
- Ambas son muy buenas, deberían ayudarse con sus deficiencias mutuamente y no perder su tiempo en esto -Cerré los ojos avergonzada
- Tienes razón, esto fue tonto... Hmmm, Vicent, ¿Tú querías decirme algo?
- Sí... Bueno, me quería disculpar por lo de esta tarde, nosotros solo pasábamos por allí -Suspiré
- Yo soy quien debería disculparse... Estaba de malhumor y terminé arremetiendo contra ustedes... -Miré a Emily quién aún se acariciaba la cabeza -Aún ahora vuelvo a pagar mi molestia haciendo algo tan tonto
- Jeje, esta vez estoy seguro de que Emily tuvo la culpa -Ella lo miró irritada
- Es tarde, debería ir a mi habitación -Recogí con rapidez - Lamento haberte molestado Vicent
- Está bien...
- Y Emily... Gracias -Ella me miró con extrañeza antes de irme
ESTÁS LEYENDO
Amor destrozado
RomanceÉsta novela es la secuela de "Amor blindado", si no lo has leído... ¿Que estas esperando? De esa manera esta continuación tendrá más impacto. Ann se reencuentra con Tony después de cuatro años, todo ha cambiado pero ella se niega a aceptarlo. ¿Como...